CIUDAD MADERO, TAM.- Durante la última semana se registra un aumento en el costo de la carne en la zona sur de Tamaulipas de hasta un 20 por ciento.
Se advierte que el costo antes de que finalice el segundo trimestre del año pueda registrar otro aumento significativo de otro 10 por ciento.
Estafanie Castellanos comerciante de la carnicería, en el mercado 18 de marzo, informó que advierten que tiene un incremento de un 20 por ciento.
«Estamos hablando de algunas dos semanas que comenzó a subir y se espera que siga subiendo en los próximos días.
La verdad es que estamos hablando de 5 a 10 pesos más por kilogramo.
El bistek subió de 200 a 220 pesos, el cuete lo que más se consume para carne deshebrada subió 10 a 20 pesos, estaba en 90 pesos el cuarto y actualmente se vende hasta en 120 pesos, si es algo muy notorio. El bistec económico la Pulpa negra estaba en 185 y subió a 220 pesos»
De acuerdo con los comerciantes del ramo , se atribuye a los efectos que trae consigo 8 años de estiaje.
«Vimos de años atrás que veníamos arrastrando una fuerte sequía.Ahorita ya de plano estamos hablando de que ya no hay ganado. El poco ganado que hay pues tiene más elevado su precio.
El kilo de carne mantiene un aumento de entre 15 a 20 pesos por kilogramo.
MORTANDAD Y ESCASEZ DE GANADO
José Luis Padrón, ex presidente de la Unión Ganadera de Altamira comparte que el costo por kilo de ganado en pie subió de 30 a 50 pesos por la alta demanda.
El hato ganadero en la zona sur de Tamaulipas mostró una disminución de un 30 por ciento entre 2020 y 2025.
El incremento del precio de los cárnicos, dijo que esta asociado a este factor y al incremento en el costo de engorda de un animal.
«Por la sequía, para ponerlo en contexto. Antes se ocupaban dos hectáreas en promedio de pastizal para alimentar un animal porque estaba bueno el terreno, actualmente, con la sequía se calcula que se requiere mínimo 3 hectáreas a lo largo de su desarrollo».
El aumento de insumos que se requieren en la crianza, agregó que se traduce en más gastos de inversión, antes de poder tener una cabeza de ganado en buenas condiciones para su venta.
Las cabezas de ganado, agregó que no están en un peso que produzcan más ingresos para el productor.
«Estamos viendo las consecuencias de 8 años de sequía. El hato ganadero se fue «adelgazando» y fue disminuyendo año con año. Hoy las consecuencias son que tenemos un costo muy elevado para el consumidor «.
Por José Luis Rodríguez Castro La Razón
