CIUDAD VICTORIA, TAM.- En el municipio de Victoria, 85 escuelas de educación básica enfrentan una crisis de abasto de agua potable debido a su ubicación geográfica. Estas instituciones, que no tienen acceso directo al servicio mediante la red hídrica, son abastecidas diariamente por pipas. Sin embargo, esta situación podría tornarse aún más grave con la llegada del estiaje y el incremento de las temperaturas, lo que podría ocasionar nuevamente la suspensión de clases en esos planteles, tal como ocurrió el año anterior.
Miguel Ángel Tovar Tapia, presidente de la Asociación Estatal de Maestros y Padres de Familia, expresó su preocupación por el impacto que la falta de agua podría tener en el ciclo escolar. Según los pronósticos climáticos, se anticipa que este año se registrarán más olas de calor, lo que incrementará la demanda del vital líquido. En este contexto, Tovar Tapia subrayó que las autoridades educativas deberán implementar medidas urgentes para asegurar el suministro de agua en las escuelas, especialmente en los niveles de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, con el fin de evitar que el servicio educativo se vea interrumpido.
De las casi 400 escuelas de educación básica en el municipio, alrededor del 20% presentan problemas de abasto de agua debido a su ubicación en zonas altas. En estas áreas, el agua no llega de manera eficiente a través de la red de distribución. La situación se agudizará una vez que comience la temporada de calor, con un aumento en el consumo del agua, lo que podría generar una crisis aún mayor en los próximos meses.
Ante esta problemática, es urgente que las autoridades estatales y municipales tomen medidas preventivas. Se requiere que se disponga de suficientes pipas para atender la creciente demanda de agua en las escuelas, ya que la situación podría empeorar conforme se intensifiquen las altas temperaturas. El abastecimiento adecuado será crucial para evitar que más planteles se vean afectados por la falta de agua.
El problema no se limita únicamente a la distribución del agua. En varias escuelas que cuentan con tinacos o cisternas, la mala calidad de estos sistemas de almacenamiento ha generado serios problemas de abasto, especialmente en los turnos vespertinos. Los estudiantes de estos turnos son los más afectados, pues las cisternas se vacían rápidamente y el agua escasea por la tarde, lo que incide negativamente en las condiciones para tomar clases.
De no tomarse medidas inmediatas, Tovar Tapia no descarta la posibilidad de que, como ocurrió en el ciclo escolar anterior, algunas escuelas tengan que suspender clases debido a la falta de agua. La situación es crítica y, por lo tanto, las autoridades deben actuar de manera rápida y eficiente para garantizar que los estudiantes no se vean perjudicados por condiciones insostenibles.
La educación es un derecho fundamental y, en este contexto, asegurar el acceso al agua potable en las escuelas no solo es una necesidad básica, sino también una prioridad para el bienestar de los alumnos. La coordinación entre los distintos niveles de gobierno será esencial para enfrentar esta crisis hídrica y garantizar que los planteles educativos continúen funcionando de manera adecuada.
POR SALVADOR VALADEZ
EXPRESO LA RAZÓN