18 abril, 2025

18 abril, 2025

Viaje al interior de una cubeta con agua 

CRÓNICAS DE LA CALLE / RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA 

Desde días antes comienza a apretar el rumor de las vacaciones. Cada persona trae clavadas en la cabeza sus personalizadas vacaciones de ensueño, según sus posibilidades, según el apremio. 

Claro hay lugares de ensueño en donde imaginar una playa azul, arena blanca y pecesillos de colores, donde algunos recuerdan con nostalgia haber ido y siempre desean volver. Otros han visto el sitio perfecto en la cima de la montaña en Antofagasta, caminar por las calles de Turquía, o en Egipto cabalgando un dromedario y que lo estafen a uno los egipcios con una fotografía. Otros habremos visto todo eso en documentales. 

El chiste es divertirse, dicen unos, otros sólo desean relajarse, estar tranquilos a la orilla de la playa, en el río, en casa adentro de una cubeta con agua. Eso sí con una caguamota. Hay a quienes les da lo mismo, todo ese tiempo se lo pasan subiendo selfies y riendo a carcajadas de los memes que satirizan la forma de ser de ellos mismos, de sus parientes y de todos nosotros. 

Los victorense por tradición, clasemedieros por excelencia, no pasamos de los troncones, de la carne asada, pasear por la calle Hidalgo, con la familia en las Plazas, correr, en el parque de Tamatán, que ahora luce muy bien. Aun cuando hay ciudadanos, como en cualquier parte del mundo, que tiran barra todo el año. 

Los vacacionistas, esos afortunados seres, los encuentra uno en todas partes y de todas maneras, aunque te les escondas. Son extranjeros, güeros, de color serio y mexicanos al grito de guerra, mestizos pues, indígenas huastecos, maratines y parientes de Yalitza y su ausencia. Somos nosotros los ingenuos habitantes del mundo. 

Son vacacionistas que entran y salen del Oxxo, sin tregua, día y noche en tenis, en chanclas o descalzos, con bermudas de florecitas amarillas abrazando y haciendo bromas a la consentida y nadie los mira cuando bajaron de la mamalona. Se dirigen a un río de Padilla, al mar en Cd madero, a Veracruz, a la Patagonia. 

Los visitantes vacacionistas van y vienen de cerca y de muy lejos, hay en la ciudad gente del Ejido Santa Librada y del Estado de Ohio en Estados Unidos, vienen a ver a la abuela, al hijo que todavía recuerdan, quieren conocer la ciudad, ir a los troncones, elevar un papalote, subir a la sierra para saludar a la bandera. 

En esa marcha, ya casi llegando a la pesca, anda la del perfil restringido, el influencer con tres seguidores, el asesor de tres varos, el líder moral del partido, el presidente de la mesa, el señor de la tienda, el señor García Márquez y su abuela desalmada, la tía Julia todavía viva, las perdidas y después encontradas, el viejo San Juan, el cobrador de Coppel en complicidad con el de la Villarreal, la de la tanda, la chiquilla del Onlyfan, el teacher de inglés, Juan Perros cruza la de Hidalgo, las morrillas del Barrio de la Peregrina, el Sugar Dady, la mujer de Bernabé, que no falte el hijo del sol y de la luna, el portero del Corre, el hijo del Dinky, el artista, el intelectual, el que siempre anda pasado de moda y en una de esas el Cristian Nodal. 

Pero como el dinero no hace las vacaciones y mucho menos la felicidad hay niños jugando en el patio de los días feriados y ahí mismo una señora lava ajeno para ganar unos pesos, que a como anda la cosa no son pocos. Ese día comerán pollo asado y el domingo de resurrección, aún medio crudo el viejón llevará al nieto por una barbacoa y un bonche de tortillas.

Los escolapios se han instalado lo más lejos posible de las tareas, juegan todo el día, y nunca como en este tiempo los días pasan muy rápido, el más grande de la casa desarmó la lavadora y ahora le sobraron tuercas, pronto pasarán los días santos y pocos sabrán cómo ocurrió eso. Ojalá que todos tengan un buen regreso, que vuelvan alegres a sus trabajos asi como salieron, muy contentos.

HASTA PRONTO 

POR RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA 

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