No es ninguna novedad, en el sistema judicial que será renovado el uno de junio mediante el voto popular, la impartición de justicia se vende al mejor postor, numerosos transgresores de la ley, entre ellos políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco. son liberados por los juzgadores.
Los ejemplos son numerosos.
Uno de los más sonados fue el de Javier García Cabeza de Vaca. Gracias a los amparos que lo otorgaron los jueces y de que el congreso local se negó a homologar el desafuero dispuesto por el congreso federal, el exgobernador, quien se encuentra prófugo de la justicia, sigue sin pisar la prisión.
El caso más reciente, sin embargo, es el de Silvano Aureoles, que también es fugitivo.
A pesar de que el exgobernador de Michoacán desvió tres mil 412 millones de pesos del erario estatal, el 23 de abril el juez del juzgado decimotercero de distrito en materia penal de la ciudad de México le concedió un amparo provisional para evitar su captura y que fuera llevado ante la justicia a responder por los delitos de peculado y lavado de dinero de los que es acusado.
Los que no tuvieron la misma suerte ni la influencia del exmandatario para evadir la captura fueron su exsecretario de finanzas, Carlos Maldonado, el ex delgado de finanzas de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad, Mario Delgado Murillo, tampoco la exdelegada administrativa de la misma dependencia, Elizabeth Villegas Pineda, ni el extitular de la SSP, Antonio Bernal Bustamante, que se encuentran en prisión preventiva justificada.
A propósito de exgobernadores, el que al fin sufrió un revés judicial fue Cabeza de Vaca.
El Tribunal Colegiado del Decimotercero de Circuito de Reynosa, echó abajo la protección que le brindaban 36 policías y cuatro camionetas por disposición del juez octavo de distrito del Estado, Faustino Gutiérrez Pérez, quien, en lugar de dedicarse a aplicar imparcialmente la ley, como era su deber, resultó ser en un declarado defensor del reynosense.
Como resultado de la resolución, si en los sucesivo CDV quiere tener escoltas que lo cuiden no solamente hasta el 30 de septiembre de 2028 como se había decidido, sino en forma permanente, no será con cargo al presupuesto del gobierno de la entidad, tendrá que pagarlo con su pecunio personal.
Otro exgobernador que tampoco ha pisado la cárcel es el de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, aunque no ha sido gracias a la ayuda de ningún juez sino a que en su función como diputado federal cuenta con la protección de un fuero constitucional.
En los círculos políticos de la capital del país, sin embargo, los enterados coinciden en que el exfutbolista se encuentra en riesgo de ser privado de la libertad, piensan que podría ser desaforado si el juzgado en que se ventila el proceso lo encuentra culpable del delito de violación en grado de tentativa contra su media hermana que se le imputa.
Y más vale a Morena que así sea, ya que, independientemente de lo que resuelvan las autoridades judiciales, los ciudadanos morelenses consideran que Blanco debería demostrar su inocencia en los tribunales, de lo contrario no serán pocos los que emitirán un voto de castigo contra la 4T en los comicios intermedios de 2027.
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