CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En los últimos seis meses en el municipio de Victoria, un total de 1.6 accidentes viales de moto de los que ocurren cada mes, terminan siendo mortales.
Así lo informó la doctora Zelenney Guadalupe Rodríguez Mendoza, jefa de la Jurisdicción Sanitaria N°1, detallando también que desde noviembre a la fecha, en la capital de Tamaulipas se ha registrado un preocupante aumento en los accidentes viales protagonizados por motociclistas.
Y es que detalló que en este periodo, se ha registrado un saldo fatal de 10 personas fallecidas de manera tráfico en diferentes puntos de la capital tamaulipeca.
Esta decena de muertes, corresponde a jóvenes y adultos de entre 19 y 35 años de edad, cifras qué sin alarmantes y que siguen sin causar efecto alguno entre los qué gustan de conducir este tipo de vehículos.
“Tenemos aproximadamente un promedio de 1.6 accidentes mortales de motociclistas por mes. Todos los casos han ocurrido en este último semestre”, detalló.
De igual modo, Rodríguez Mendoza lamentó que, pese a las campañas permanentes de prevención de accidentes y al trabajo conjunto con autoridades municipales como Tránsito, los conductores siguen desatendiendo medidas básicas como el uso del casco, evitar el uso del celular al manejar o conducir bajo los efectos del alcohol.
“Hay un tema de cultura vial que no se ha logrado cambiar. Hacemos operativos, damos pláticas en escuelas, repartimos información en cruceros, pero la gente sigue sin dimensionar las consecuencias».
«Cada muerte no es solo un número; detrás de cada persona fallecida hay una familia que queda afectada emocional y económicamente”, señaló.
Además, criticó la costumbre de algunos ciudadanos de advertir en redes sociales la ubicación de los operativos viales, lo que permite a los conductores evitarlos.
“Esto lo vemos todos los días. Avisan dónde están los retenes y muchos les sacan la vuelta».
» Pero ¿cuántos accidentes no se han dado a los pocos metros de esos puntos de revisión?, eso también es responsabilidad social”, finalizó.
Por Antonio H. Mandujano
