MÉXICO.- El pozole es uno de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana. Su sabor, su historia y su capacidad para reunir a la familia en celebraciones lo han convertido en una comida tradicional muy apreciada. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué tan saludable es comer pozole?
Este platillo tiene como base el maíz cacahuazintle, un tipo de grano que, al cocerse, adquiere una textura suave y esponjosa. Este maíz es rico en carbohidratos complejos, los cuales son una fuente importante de energía y también aporta fibra, lo que favorece el tránsito intestinal y brinda saciedad.
A la base de maíz se le añade carne, siendo el cerdo y el pollo las opciones más comunes. El pozole preparado con carne de pollo sin piel lo hace más bajo en grasa y calorías, por lo que es una alternativa muy saludable. Sin embargo, el pozole de cerdo también puede formar parte de una dieta equilibrada si se eligen cortes magros y se retira el exceso de grasa visible.
Tip para preparar un pozole saludable
Uno de los aspectos más positivos del pozole es la variedad de ingredientes frescos que lo acompañan: lechuga, rábanos, cebolla, orégano, chile, y unas gotas de limón. Estos ingredientes no solo aportan sabor y frescura, sino que también suman vitaminas, minerales y antioxidantes a la comida. Además, al ser ingredientes crudos, conservan la mayoría de sus nutrientes.
El problema nutricional del pozole puede surgir dependiendo de cómo se prepare y con qué se acompañe. Si el caldo está muy grasoso, si se utilizan partes muy grasosas del cerdo, o si se añade una gran cantidad de sal o condimentos procesados, el contenido calórico y de sodio puede elevarse considerablemente. A esto se suma que muchas veces se sirve con tostadas fritas, crema o chicharrón, lo cual añade grasas saturadas y calorías innecesarias.
El pozole puede ser un platillo saludable si se prepara con ingredientes frescos, cortes magros y poca sal. Elegir acompañamientos más ligeros es la clave para mantener su perfil nutritivo. Aquí en El Heraldo México te damos la receta perfecta aprobada por el IMSS para que puedes disfrutar de un buen plato de pozole sin culpa, y sobre todo para personas con condiciones como obesidad, diabetes, problemas de colesterol y triglicéridos altos, sin sacrificar su sabor.
Para un plato de 300 mililitros, lo ideal es agregar 2/3 de taza de maíz, 40 gramos de carne de cerdo o pollo, si eliges cerdo tendrá que ser solo maciza y si tu elección fue pollo debes retirarle la piel antes de cocer todo. Al terminar de cocinarlo retira la grasa visible de la superficie del caldo para reducir las calorías.
Una vez servido en el plato, agrega una taza de cebolla, rábanos y lechuga, Recuerda que para disfrutar de este delicioso platillo mexicanos, lo puedes acompañar con tostadas hechas en el comal o al horno y prepararte una bebida sin azúcar.
Un tip que puede ayudarte a la salud es usar platos pequeños para controlar la cantidad que consumes.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO
