El choque del buque Cuauhtémoc contra el puente de Brooklyn volvió a evidenciar el lado más oscuro de una parte de la oposición, y también de algunos periodistas y opinadores.
En medio de la confusión de los primeros reportes, hubo muchos que se apresuraron a “informar” que el navío había chocado porque su tripulación no había calculado la altura de sus mástiles.
Una afirmación errónea que, en todo caso, podría atribuirse a una ignorancia que no debería ser aceptable en quienes se supone, se dedican al periodismo.
Pero lo que vino después fue todavía más patético, aunque ya no sea sorpresivo.
El uso político de la tragedia -dos jóvenes mexicanos murieron en los hechos- se ha convertido en parte de la cotidianidad nacional.
Ni modo, ya nos acostumbramos. Pero hizo bien la presidenta en volver a señalarlo.
“Lamentamos que esto se use políticamente, porque fue un accidente y hay dos personas fallecidas y lo que tenemos que hacer es (mostrar) solidaridad y esperar a ver cómo son las cosas”, dijo en un primer momento y después agregó: “No tiene otro adjetivo, es mezquindad”.
Tiene razón. Todavía no se conocían detalles sobre el accidente y mucho menos sobre las causas, cuando ya muchos políticos -del PAN, la mayoría- estaban inundando las redes sociales con comentarios desafortunados.
Como el de la diputada Kenia López Rabadán: “El Buque Escuela Cuauhtémoc de la Armada de México chocó con el puente de Brooklyn. Informan que hay heridos, mi solidaridad con ellos y sus familias. Lleva recorriendo el mundo 43 años, nunca había chocado y con MORENA chocó. Así terminará la elección del poder judicial…”
O el de Fernando Belaunzaran, ex perredista, simpatizante del PAN y ahora promotor de un nuevo partido político: “El obradorato lo degrada todo, es el costo de la corrupta caquistocracia (el gobierno de los peores y mediocres). Así el segundo piso de la transformación en Nueva York. Solo falta que hayan elegido al piloto por votación o por tómbola. Terrible”.
No podía faltar el de Javier Lozano Alarcón: “Esto ya no está cagado. Es una tragedia, en toda la línea. ¿Qué más hechos, decisiones, acciones u omisiones necesitamos para caer en cuenta de que estos advenedizos nos salieron incompetentes e indolentes? Urge que se larguen”.
O el de su enemigo al interior del PAN, Marko Cortés: “La Comandante Suprema de las Fuerzas Armadas, Claudia Sheinbaum debería pedir disculpas al pueblo de México por el vergonzoso impacto del buque Cuauhtémoc en el puente de Brooklyn en NY”.
Es obvio que algo o alguien falló para que ocurriera la tragedia y las autoridades tendrán que deslindar responsabilidades, porque no fue un hecho menor.
Precisamente por eso, cobra relevancia la baja estatura de esta oposición, que una vez más, como dijo Claudia, muestran su mezquindad.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
