CIUDAD VICTORIA, TAM.- Al menos 160 de los casi 800 edificios y monumentos históricos registrados en Ciudad Victoria se encuentran en malas condiciones.
Algunos presentan daños estructurales graves, han sido vandalizados o enfrentan problemas legales por estar en situación intestada, reveló Francisco Ramos Aguirre, cronista del municipio.
Ramos Aguirre exhortó a las autoridades a intervenir en estos casos y propuso que varios de estos inmuebles sean rescatados y convertidos en museos.
Indicó que, de acuerdo con el Catálogo del Patrimonio Edificado Histórico y Cultural, existen actualmente 300 inmuebles protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los cuales forman parte del inventario oficial de la ciudad. Sin embargo, advirtió que dicho catálogo no ha sido actualizado en casi 20 años, lo que limita la protección de muchas otras propiedades que también poseen valor histórico y arquitectónico.
“Existen muchas casas construidas a partir de los años 50 que ya deben ser consideradas patrimonio, por su estilo arquitectónico”, explicó.
El cronista señaló la necesidad de que las autoridades de los tres niveles de gobierno inicien un proyecto de recatalogación y actualización del inventario. Además, destacó que desde 2010 ha crecido el número de monumentos artísticos en la ciudad, incluyendo obras del estilo modernista ubicadas en el Libramiento Naciones Unidas y el parque Bicentenario, donde se encuentran entre 15 y 20 murales y esculturas creadas en distintas etapas.
Con esta actualización, estimó que el número de inmuebles históricos en Ciudad Victoria podría pasar de 300 a 800, considerando propiedades que han sido intervenidas por el INAH, como una ubicada en el cruce de Abasolo y Carrera Torres, entre otras.
Actualmente, existe preocupación en el sector inmobiliario, ya que algunos inmuebles con valor histórico no pueden ser modificados ni vendidos libremente.
Aproximadamente el 15% de estas propiedades se encuentran en estado de deterioro y sus dueños se niegan a invertir en su restauración debido a los altos costos, que en muchos casos superan el valor comercial del edificio.
POR SALVADOR VALADEZ
EXPRESO-LA RAZÓN