ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- En alerta se encuentran los ganaderos del municipio de Altamira por la presencia del gusano barrenador en otras ciudades de México.
En los años ochenta fue la última vez que tuvo presencia presencia del gusano en la zona sur, por tal motivo mientras esté el gusano el riesgo es latente, puede pasar una jaula de ganado y venirse dos moscas y acá se van a reproducir con facilidad.
“La alerta que tenemos es que cualquier herida la debemos atender de manera inmediata, desinfectarla para evitar que no se le junte la mosca”, declaró el productor ganadero del ejido Buenos Aires, Víctor Manuel Casanova Betancourt.
En Altamira existen productores que exportan ganado a los Estados Unidos, en los municipios de Aldama y González también hay mucho rancho ganadero.
Indicó que lo ideal es sacarlo del país, porque cuando hubo la presencia del gusano hace más de 30 años provocó un desastre, la calificó como
una situación catastrófica para los ganaderos.
“Hay que erradicarlo a los Estados Unidos y echarlo para atrás, nada más es información la que nos han dado las autoridades y para estar alerta, actualmente está concentrado en algunos estados”.
El Comisariado Ejidal de San Carlitos, José Carlos Aguado Franco refirió que ante la presencia del gusano barrenador, los controles de enfermedades del ganado se han intensificado por parte de las autoridades.
No tan solo se vigila que las vacas estén libres del gusano, sino que los ganaderos deben presentar pruebas negativas de tuberculosis y brucelosis bovina.
“Además de la tuberculosis nos están pidiendo pruebas de la brucelosis y es una medida para garantizar sanidad en los animales”.
Tan solo del sector social se calcula un registro de por lo menos 40 mil cabezas de ganado, el promedio por productor es de 20.

¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador es la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, un parásito que se alimenta de tejido vivo de mamíferos, entre ellos el ganado.
Se considera como una plaga que representa una grave amenaza para la salud animal y puede tener un impacto económico significativo en la ganadería.
La mosca hembra es atraída por el olor de heridas abiertas, cortes o mucosas expuestas en animales de sangre caliente y deposita sus huevos en los bordes de estas lesiones.
En un periodo de 12 a 24 horas, los huevos eclosionan y los gusanos emergen, después penetran en el tejido vivo de la herida y comienzan a alimentarse, lo que agranda la lesión.
A medida que se alimentan, crecen y pasan por diferentes estadios larvarios, las espinas que poseen les permiten adherirse firmemente al tejido, lo que dificulta su extracción.
Una vez que las larvas alcanzan la madurez, abandonan la herida y caen al suelo. Allí se entierran y se transforman en pupas.
Después de un período (que puede variar de 5 a 54 días), la mosca adulta emerge de la pupa, lista para reproducirse y reiniciar el ciclo.
Los animales afectados pueden presentar fiebre, depresión, inapetencia y disminución de la producción láctea. Si no se tratan adecuadamente, las infestaciones pueden ser mortales en un plazo de una a dos semanas debido a la toxicidad o infecciones secundarias.

Por. Óscar Figueroa
Expreso-La Razón