«Dejad que los perros ladren, es señal que cabalgamos»
-Refrán popular-
Las hienas son animales salvajes de una gran ferocidad, atacan en manada para asegurar el éxito, son reconocidas por su cobardía, son animales considerados carroñeros porque no se arriesgan a cazar, se alimentan de lo que roban a los animales como los leones o los tigres a quienes les arrebatan las piezas que han cobrado.
En México las hienas mediáticas se alimentan devorando el prestigio de las personalidades a quienes atacan en manadas a través de los medios y las redes sociales. En Tamaulipas un pequeño grupo de hienas del periodismo, machistas y misóginos, le han dirigido rabiosos ataques a Tania Contreras, esencialmente por ser mujer y considerar que por ello no cuenta con la energía, la experiencia, o la capacidad necesarias para desempeñar los cargos públicos de alta responsabilidad que ha ocupado.
En los medios nacionales, un columnista ha acusado a Tania Contreras, candidata a Magistrada del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, de ser cuñada del esposo de su hermana. Leyó usted bien, la historia es la siguiente, Héctor de Mauleón, columnista de El Universal, publicó el 1 de mayo un artículo en ese periódico, en el que se señala que el cuñado de Tania, Juan Carlos Moreno Larios, formaba parte de una red de funcionarios de aduanas que debían ser investigados por posibles actos de corrupción que permitieron el contrabando de combustibles conocido como huachicol fiscal.
Por esa razón, según de Mauleón, y sin ninguna prueba que la vincule a esas presuntas actividades ilegales, Tania, a quien considera candidata del Gobernador y de Morena a la Presidencia del Tribunal Tamaulipeco, no debería aspirar a ocupar ese cargo porque es la conexión del Gobierno de Tamaulipas con el personaje clave en el manejo turbio de las aduanas: su cuñado.
Tania acudió a las autoridades electorales para exigir que se detuvieran las calumnias y los ataques infundados que podían causar un daño irreparable a su campaña y, en consecuencia, el Tribunal Electoral ordenó, conforme a la ley, al periodista y a los medios señalados que dejaran de hacerlo. De Mauleón se declaró perseguido y censurado y aclaró que la información con la que construyó su articulo aparece en algunos documentos hakeados en 2021 a la Secretaria de la Defensa por una fuente anónima a la que se conoce como Guacamaya Leaks, es decir hizo sus afirmaciones según reportes no confirmados, proporcionados por un grupo anónimo de ladrones informáticos. Es importante señalar que De Mauleón no dice que en alguno de esos documentos, que carecen de validez, se mencione a Tania Contreras.
Un nutrido grupo de comunicadores, de esos de la comentocracia nacional, consideró la orden de la autoridad electoral de suspender los ataques a Tania como un agravio y un atentado contra la libertad de expresión y a coro repitió, en medios y redes sociales, todas las calumnias en su contra y las descalificaciones de su candidatura por tener un parentesco político con el esposo de su hermana. Decenas de esos comunicadores firmaron el 22 de mayo un documento contra la resolución del Tribunal Electoral.
Lo que no ha quedado claro hasta hoy, es por qué las mismas personas que firmaron ese comunicado, guardaron ominoso silencio en el 2024, frente a la postulación a la Presidencia de la República de la hermana de una secuestradora que estaba en prisión desde que fue postulada y que actualmente está sentenciada a permanecer 89 años en la cárcel. No era una filtración anónima de información, por el contrario, estaba plenamente confirmado que Malinali Gálvez era hermana de una candidata a Presidenta de México, que era presunta responsable de secuestro y que estaba en la cárcel desde antes de que su hermana fuera postulada.
Los ciudadanos no saben por qué de Mauleón y los mismos 176 comunicadores en ese caso no hicieron patente su agravio o su reprobación al hecho de que una candidata a Presidente fuera hermana de una secuestradora, no le dedicaron ni un reportaje, ni una nota, ni un análisis, ni siquiera un comentario, no insinuaron algún atisbo de duda, frente a información plenamente confirmada y comprobable, el mismo grupo de comunicólogos no ejerció, no quiso ejercer, su libertad de expresión. Así son las hienas, tienen ferocidad selectiva.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ