CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Como cada año, un poco de África viaja hasta América: el polvo del desierto del Sahara.
Su travesía transatlántica ha comenzado y, según los pronósticos, esta semana México volverá a sentir sus efectos.
De acuerdo con el sitio especializado Huracán Info-México, concentraciones moderadas de polvo sahariano se desplazarán sobre el Caribe y comenzarán a ingresar al país a partir del jueves, afectando primero a la Península de Yucatán y posteriormente a otras regiones del Golfo, entre ellas Tamaulipas.
Aunque se trata de un fenómeno natural y recurrente, genera atención tanto por sus implicaciones climáticas como por sus posibles efectos en la salud.
El meteorólogo Rubén García informó que la nube de polvo continuará su trayectoria hacia el oeste, con mayor intensidad en los próximos días.
“Se proyecta que concentraciones moderadas de polvo se moverán sobre sectores de la Península de Yucatán desde el jueves”, explicó García.
Asimismo, detalló que este fenómeno, común en los meses de verano, puede extenderse hacia el noreste del país, afectando estados como Tamaulipas, como ha ocurrido en años anteriores.
En municipios como Victoria, Tampico y Reynosa, es probable que el polvo sahariano provoque cielos brumosos, atardeceres más intensamente rojizos y, en algunos casos, irritación ocular o respiratoria leve, especialmente en personas con enfermedades crónicas o alergias.
La nube del Sahara está compuesta por diminutas partículas minerales que son transportadas desde África hasta América por los vientos alisios.
Aunque puede generar molestias, también tiene efectos benéficos, como la fertilización de suelos y la inhibición de ciclones tropicales.
Las autoridades recomiendan evitar actividades al aire libre si se presentan síntomas respiratorios, mantener puertas y ventanas cerradas, y seguir los avisos meteorológicos.
Se espera que el fenómeno dure varios días, con picos de concentración variables según las condiciones atmosféricas locales. Mientras tanto, Tamaulipas se prepara para recibir, una vez más, a este peculiar visitante del desierto africano.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON
