Hoy se cumplen 28 años de uno de los momentos más trágicos en la historia del fútbol en Ciudad Victoria, cuando Correcaminos de la UAT perdió la final del Torneo de Verano de 1997 ante Tigres de la UANL con un marcador global de 1-4. A pesar de haber ganado el partido de ida 0-1 en el Estadio Universitario, Correcaminos no pudo mantener la ventaja y cayó 0-4 en la vuelta, lo que le dio el título y el ascenso directo a primera división a Tigres.
La final se jugó el 1 de junio de 1997 en el Estadio Universitario de la UANL, ante una multitud que esperaba ver al equipo local coronarse campeón. Sin embargo, el resultado fue desastroso para el “Corre”, que no pudo hacer frente al poderío de Tigres y cayó derrotado de manera contundente.
La derrota de Correcaminos en aquella final levantó sospechas de corrupción y muchos aficionados creen que el equipo se vendió. La sospecha se vio alimentada por el hecho de que varios jugadores del equipo pasaron a primera división después de aquella final, lo que generó dudas sobre la integridad del equipo.
El descalabro en aquella final ha tenido un legado negativo en la historia del equipo. A pesar de haber tenido algunos momentos de éxito en torneos posteriores, el plantel no ha podido recuperar el nivel que tenía en la década de 1990 y sigue luchando por regresar a la primera división.
La afición de Correcaminos sigue siendo fiel al equipo, a pesar de los años de lucha y decepciones. Sin embargo, la sombra de la sospecha de corrupción sigue planeando sobre el equipo y muchos siguen preguntándose qué pasó aquel 1 de junio de 1997.
En aquel partido, la alineación titular de la UAT fue con Alberto Guadarrama, Jorge Dimas, Richard Tavares, Ricardo Rayas, Luis Francisco “El Güicho” García, Marco Antonio “El Micky” Sánchez, Pablo Rodríguez, Milton Nunez “Zico”, Javier “El Abuelo” Cruz, Carlos Pavón y “El Charro” José Luis Mendoza, dirigidos por Raúl Arias.
POR DANIEL RÍOS
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