Luego de semanas con clima variable y temperaturas elevadas, las lluvias regresarán con fuerza a gran parte del territorio nacional a partir de esta nueva semana y continuarán hasta finales de junio, impulsadas por diversos sistemas meteorológicos, según reportes de Meteorología México.
De acuerdo con los pronósticos, se espera un periodo de precipitaciones abundantes en el centro y sur del país, con lluvias más dispersas pero presentes en el norte, noreste y sureste, conforme se vayan intensificando fenómenos como el Giro Centroamericano, la llegada de los primeros ciclones tropicales y el establecimiento del Monzón Mexicano.
En el caso de Tamaulipas, las lluvias también harán acto de presencia de manera significativa, especialmente en la zona sur del estado.
La agencia informativa «Meteorología México», estima que, entre esta semana y el final del mes, podrían registrarse acumulados que irían desde los 60 hasta los 200 milímetros de lluvia, con los mayores volúmenes concentrados en municipios como Tampico, Madero y Altamira, así como áreas cercanas a la Sierra Madre Oriental.
Estas lluvias serán clave no solo para reforzar el alivio que el estado ha experimentado recientemente en cuanto a la sequía meteorológica, sino también para reabastecer cuerpos de agua y mantos freáticos, particularmente en la región sur, que históricamente actúa como un amortiguador hídrico del estado.
Aunque las precipitaciones son bienvenidas, autoridades de Protección Civil y expertos en meteorología advierten sobre la posibilidad de encharcamientos urbanos, deslaves en zonas serranas y crecidas de ríos y arroyos, por lo que se exhorta a la población a mantenerse atenta a los avisos oficiales y tomar precauciones.
Tamaulipas, que hasta hace un año enfrentaba condiciones críticas de sequía (con el 97.7% de su territorio afectado), hoy presenta un escenario mucho más alentador.
Sin embargo, la llegada de lluvias intensas también puede representar nuevos desafíos, sobre todo en infraestructura urbana y en zonas vulnerables.
Se prevé que este patrón lluvioso continúe a lo largo de junio, acompañado de altas temperaturas y humedad, lo que podría dar paso a una temporada activa de ciclones tropicales en el Golfo de México, donde ya se vigilan sistemas en desarrollo.
Por Antonio H. Mandujano