Si los debarajustes de la política tamaulipeca tienen un punto en común sería en Reynosa. El segundo municipio más importante del estado posee la suficiente fuerza política y económica para competir con las tres ciudades del sur que conforman la Zona Conurbada.
La ciudad fronteriza se encuentra además en una ubicación privilegiada. Está conectada directamente con el Valle de Texas (y sus condados más importantes) a sólo dos horas por carretera de Monterrey y de Nuevo Laredo, a una de Matamoros y a poco más de tres con Victoria como punto de partida para el resto del estado y del país.
En la última década del Siglo XX y en la primera del siglo XXI ostentó su posición como una de las ciudades de mayor crecimiento de todo el país. El modelo manufacturero encontró en su territorio como en otras ciudades como Juárez en Chihuahua una tierra prometida.
Durante esos años migrantes provenientes del resto del país, principalmente de Veracruz, encontraron un lugar en el que podían hacer vida y sustentar a sus familias. Además por el incentivo de tener un punto de partida para iniciar el “sueño americano”.
Y la constante presencia del empresariado regiomontano y sus intereses alentaron la conocida frase del “territorio de Nuevo León conocido como Reynosa (o como Tamaulipas)” una máxima del nivel de influencia que mantienen hasta la fecha.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas. Previo al boom manufacturero y como zona estratégica de la industria nacional, se suma su cercanía con la cuenca de Burgos.
Sus elites, de naturaleza latifundista ya alimentaban un sector productivo agropecuario que sigue manteniendo relevancia aunque no al nivel de Río Bravo, Matamoros y San Fernando. Y por su naturaleza de frontera el contrabando de ha mantenido como una actividad periférica, que en la etapa neoliberal fue escalando.
La acumulación y convergencia de capitales ha permitido que numerosas familiar amasaran cuantiosas fortunas a la par de las complicidades que mantuvieron con el poder en 70 años de priismo.
Apellidos como Garza, Garza Cantú, Hinojosa, Hinojosa Cantú, Gómez, Barragán, Leal entre otros más se encuentran enlistados en las viejas alianzas políticas y en los incontables señalamientos de las autoridades dedicadas al escrutinio del gasto público.
La hibridación además que se impulsó desde el modelo neoliberal de mezclar la formalidad con la informalidad en nombre del libre Mercado fue impulsando a nuevos grupos económicos y del poder que van más allá del bien y el mal.
El arrebato se ha mantenido como una constante entre sus elites y la anarquía capitalista que ni el mismo Javier Milei ambiciona imperan en un territorio en el que pareciera que lo único prohibido es prohibir.
Sólo bajo esa lógica se pueden explicar figuras como los hermanos Cabeza de Vaca y aunque pareciera inimaginable, escaló con la familia Ortiz Peña.
Maki Ortiz y compañía ostentan el galardón del pragmatismo político nunca antes visto en la historia reciente del estado.
Inició al igual que los Cabeza de Vaca en las filas del Partido Acción Nacional al que le debe practicamente toda su carrera política. A pesar de pertenecer al ala de la ultraderecha su pericia política le permitieron ser diputada Federal y senadora. Y aliada circunstancialmente con Francisco Javier (su némesis) se apoderó del municipio con la amenaza latente de sufrir una embestida política de él y/o de sus hermanos.
Y aún así los apabulló y humilló politicamente en su municipio de origen con el apoyo de un sector del empresariado regiomontano, de los jerarcas reynosenses enriquecidos durante el “jurásico” y por las fuerzas oscuras que van más allá del mal que del bien.
Y hasta la fecha la perpetuaron a ella y a su hijo por más de 12 años en un municipio que hasta la fecha padece los estragos de la violencia.
Y el acceso al presupuesto público del ayuntamiento le han permitido como saltimbaqui ir de un partido a otro sin ninguna restricción.
Para Maki en su reciente fase le da lo mismo tener cercanía con el PRI, con el PAN, con el Verde, con MC y sobre todo con Morena….
En un abrir y cerrar de ojos apuntó su artillería al partido que le dio todo con el objetivo de llegar a la contienda por la gubernatura que al final obyuvo el doctor Américo Villarreal.
Y a pesar de la “saña” con la que ha aplastado en territorio a los hermanos Cabeza de Vaca no suelta la posibilidad de tener una nueva alianza de “facto” con ellos, con su compañero José Ramón Gómez Leal y con las figuras más sobresalientes del Partido Verde, también conectados con la alta esfera del morenismo nacional.
Y como el más claro ejemplo basta la reciente operación que realizó en la elección judicial en la que siguió demostrando su músculo.
Su ejemplo tal vez fue tomado por la presidenta Claudia Sheinbaum para erradicar el nepotismo que bien desobedeció por cierto el “Pollo Gallardo” gobernador de San Luis y aliado incondicional de Maki.
Y la poca pericia de las actuales figuras políticas del morenismo local parecieran muy diminutas para tener siquiera los alcances de destruir a toda una quimera.
En la que al final convergen múltiples grupos con el objetivo final de acumular cualquiera sea el medio, el apreciado circulante…
PORPEDRO ALFONSO GARCÍA RODRÍGUEZ
@pedroalfonso88