Aunque el Día del Padre sigue sin alcanzar el furor que desata el Día de las Madres, en Ciudad Victoria esta fecha ha comenzado a ganar terreno entre los corazones –y estómagos– de las familias victorenses. Y es que este fin de semana, los festejos por el Día del Padre dejaron ver que la celebración está lejos de pasar desapercibida.
Un recorrido realizado por diversos puntos de la ciudad permitió constatar cómo los restaurantes, pastelerías, carnicerías y centros de autoservicio experimentaron un notorio incremento en su actividad, muchos con ventas superiores al 30 por ciento respecto a un domingo promedio.
Desde temprana hora, la tradición de la barbacoa dominical de la ciudad, como La Barbachería, comenzaron a llenarse. Hacia las 11 de la mañana ya operaban al 90 por ciento de su capacidad, con familias completas celebrando al “rey del hogar” entre tortillas, consomé y jugosos tacos de barbacoa. En la tarde, la tendencia viró hacia los platillos más robustos: boneless, costillas BBQ y hamburguesas se convirtieron en los favoritos en restaurantes como Martins y algunos especializados en comida oriental como Aki Chi Sushi.
Pero no solo fueron los restaurantes los que recibieron la visita de los festejantes. Las grandes tiendas de autoservicio, como GranD, Toreo y Libertad, también vivieron una jornada activa. Aunque sin compras de pánico, sus áreas de carnicería y asadores al aire libre lucieron llenas. Muchos aprovecharon la opción de que les prepararan en el momento sus carnes y embutidos recién comprados, evitando así prender el carbón en casa y disfrutando de la parrillada ahí mismo. Salchichas, fajitas, pollo adobado y costillas desfilaron por las brasas mientras los padres esperaban con una bebida en mano.
Las filas comenzaron a notarse a partir de las 2:00 de la tarde, cuando el clima comenzó a ceder un poco y las familias aprovecharon para salir. No faltaron tampoco los pasteles de chocolate y tres leches, que decoraban los mostradores de reposterías locales como una dulce forma de decir: “Gracias, papá”.
Y para cerrar con broche de oro, varios padres recibieron como obsequio una ida al cine. Las salas, mostraron una asistencia considerable, con funciones familiares, películas de acción y hasta algún estreno animado para disfrutar con los hijos.
Sin llegar aún al nivel de movilización y consumo que representa el Día de las Madres, el Día del Padre demostró este 2025 que va ganando espacios y voluntades. Entre carne asada, cine y costillas, los papás de Victoria tuvieron su momento de festejo. Y aunque quizás todavía no haya mariachi ni flores por doquier, los abrazos, las risas en la mesa y el “te quiero, pa” dejan claro que algo está cambiando. Y para bien.
Por Raúl López García
