13 julio, 2025

13 julio, 2025

No tendría que ser senador

ENROQUE/ JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

Aunque es costumbre colocar a la cabeza de los aspirantes a candidato a gobernador a los senadores, la realidad es que son otros factores los que los partidos toman en cuenta a la hora de definir una candidatura al gobierno estatal.

En Tamaulipas cada vez que se habla de los probables para suceder a Américo Villarreal Anaya en la gubernatura la lista es encabezada por los senadores Olga Sosa Ruiz, Jose Ramón Gómez Leal y Maki Ortíz Domínguez, los dos primeros por  el partido de la casaca guinda y la tercera por el Verde Ecologista. 

AVA ocupaba ese puesto cuando consiguió la postulación, pero no siempre ha sido así: Praxedis Balboa, por ejemplo, no era senador, tampoco Manuel Ravizé, Manuel Martínez Manutou, Américo Villarreal Guerra, Tomás Yárrington, ni  Eugenio Hernández Flores.

En el momento en que el mencionado en primer término fue seleccionado por el PRI laboraba en el departamento jurídico de Pemex, Martínez Manautou despachaba como secretario de Salud y Villarreal Guerra estaba al frente de la subsecretaría de Recursos Hidráulicos.

El padre del actual mandatario tamaulipeco obtuvo la postulación por obra y gracia del presidente Miguel De la Lamadrid, en tanto que la de su Hijo Villarreal Anaya, la definió el respaldo político del presidente López Obrador

Cavazos Lerma si fungía de senador, sin embargo, no fue esa la razón por la que lo escogieron para que gobernara la entidad, sino su cercanía con Carlos Salinas de Gortari.

En el PAN las reglas son distintas. Como Cavazos, Francisco García Cabeza de Vaca cobraba como titular un escaño senatorial, su aspirante a sucesor, César Verástegui, en cambio, era solo secretario general de gobierno de la entidad. 

 El extinto Rodolfo Torre Cantú fue elegido candidato a gobernador cuando estaba al frente de la secretaría de salud del Estado y tras su lamentable asesinato lo relevó su hermano Egidio, que tenía un perfil más de empresario que de político.

Los antecedentes indican que el próximo candidato    Morena a gobernador de Tamaulipas no necesariamente tendrá que ser senador. No hay que olvidar, además, que quien sea al final de cuentas el elegido de la 4T, deberá de llevar el visto bueno de la presidenta Claudia Sheinbaum. 

En ese entendido, ¿cuál de los aludidos del partido en el poder para la gubernatura tamaulipeca es más allegado a la inquilina de palacio nacional? No tenemos idea, pero no parece que Olga, mucho menos JR, estén en el radar sucesorio estatal de la mandataria, con los negativos que les aquejan.

 No sorprendería que el nominado de los cuatroteístas para protagonizar la contienda de gobernador de 2028, fuera un diputado federal, alguien como Carlos Enrique Cantúrosas o su hermana, Carmen Lilia, la alcaldesa de Nuevo Laredo. 

Ya que hablamos de munícipes, no sabemos hasta qué punto sea cierto, pero algunos allegados al actual cuerpo administrativo del gobierno municipal de Altamira afirman que a Armando Martínez no le atrae tanto la candidatura diputado federal, preferiría, dicen, entrarle a la pelea de la gubernatura. 

Coinciden en que así de sobrado políticamente se siente el actual titular del ayuntamiento.

POR. JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

jlhbip2335@gmail.com

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