Doce días después del ataque sorpresa de Israel y Estados Unidos contra Irán se han suspendido los ataques sin que exista un acuerdo entre los contendientes. Simplemente a cada uno le pareció que los costos y riesgos de continuar el conflicto eran muy altos; sin embargo se trata de un remedo de paz sumamente frágil.
Israel atacó con el argumento que Netanyahu, su primer ministro, repite desde 1992 diciendo que Irán se encuentra a pocos años, meses o semanas de fabricar una bomba atómica. Fue el pretexto para atacar a Irak en 2003 en una guerra donde perdieron la vida entre 655 mil y un millón de iraquíes, según distintos estudios.
Netanyahu ha repetido el mismo mensaje ante el Congreso norteamericano, la asamblea general de las Naciones Unidas y en múltiples otras ocasiones. Ahora dijo que Irán estaba a semanas de fabricar una bomba nuclear.
El 13 de junio pasado Israel atacó a Irán con múltiples golpes simultáneos preparados a lo largo de muchos años. Un ciberataque que deshabilitó las defensas antiaéreas de Irán durante ocho horas, brigadas que asesinaron en sus domicilios a científicos y militares; drones y coches bomba preparados dentro del país, misiles que atacaron una reunión de altos militares y otros que destruyeron complejos habitacionales donde vivían militares matando de paso a sus familias y vecinos. Irán había sido muy infiltrado por agentes israelíes en buena parte reclutados dentro del millón de refugiados de diversas nacionalidades que habitan en el país.
El ataque inicial israelita fue muy exitoso; tomó a Irán de sorpresa esperando que en dos días habría una reunión ampliamente anunciada por Trump. Una semana más tarde se repitió la estratagema; anunció que en dos semanas decidiría si bombardeaba Irán y lo hizo dos días después. Usó las más poderosas bombas anti-bunker existentes para destruir una instalación a cientos de metros de profundidad y otras dos plantas nucleares. Trump declaró que había arrasado con la capacidad nuclear de Irán y que daba por terminado el ataque. Sobre todo le preocupaba que Irán empleara su carta más fuerte y extrema: cerrar el estrecho de Ormuz creando un caos energético y económico global.
Irán reaccionó de una manera parecida a lo que hizo ante el ataque israelita de octubre de 2024. Avisó con dos horas de anticipación que lanzaría 14 misiles contra una base militar norteamericana. Gracias a eso ningún misil llegó a su blanco; respondió sin muertos ni daños y de esa manera simbólica salvó su dignidad y declaró cerrado el conflicto con Estados Unidos.
La prudencia iraní permitió que Trump anunciara el fin de la guerra. Le tomó la palabra a Irán que había dicho que cesaría sus ataques si Israel hacia lo mismo. Cada uno de los tres países tenía motivos para suspender las hostilidades.
En Estados Unidos crece la rebelión política contra más guerras. Trump ganó porque se presentó como el candidato de la paz; acabaría con las guerras en Ucrania y Gaza y no iniciaría otra guerra. Eso contrastó con el belicismo de Biden y Kamala.
La lucha contra los belicistas norteamericanos subió de tono en una elección que se convirtió en termómetro político del país. En Nueva York los demócratas eligieron como su candidato a la alcaldía de la mayor ciudad del país a Zhoran Mamdani, alguien que personifica los peores atributos posibles para el movimiento Maga, los republicanos e incluso la elite del partido demócrata.
Zhoran es un inmigrante naturalizado en 2018, nació en Uganda de ascendencia india, fue rapero y es de religión musulmana, defensor de los derechos de los palestinos y se califica a sí mismo como un demócrata socialista.
Trump dice que es un loco comunista. Su elección es una muestra inequívoca de rechazo a las políticas de Trump y ha cimbrado la política norteamericana. Reacciona contra las dos principales vertientes de la política de Trump; el apoyo incondicional a Israel y el combate contra los inmigrantes.
Irán aceptó detener la guerra a pesar de que se había recuperado de los golpes iniciales y empezaba a tomar ventaja contra Israel. Sus misiles superaban las defensas israelíes y causaban graves daños en puntos estratégicos de su territorio. Pero el riesgo era demasiado alto, Estados Unidos amenazaba con devastadores bombardeos. Lo peor sería que un Israel arrinconado, dirigido por un líder buscado por la justicia internacional por genocidio y dispuesto a los mayores extremos de inhumanidad, atacara con sus bombas nucleares. Porque Israel a diferencia de Irán si ha fabricado bombas nucleares fuera de toda supervisión internacional.
Irán muestra al mundo sus heridas, porque su cultura exalta el martirio y cuenta con una creciente simpatía internacional. Internamente sus sectores sociales más occidentalizados y confiados en posibles acuerdos con Estados Unidos, se han hecho a un lado. La población se unificó en torno a una política más nacionalista y menos extrema en las normas religiosas.
Israel oculta lo más posible los golpes recibidos y ha hecho delito difundir este tipo de información. No obstantes tiene miles de construcciones dañadas, incluyendo puertos vitales para su comercio internacional y su principal refinería. Sus pregonadas defensas antimisiles no pudieron contener los ataques de Irán que primero lanzó lo menos avanzado de su arsenal y más adelante sus más avanzados misiles.
La economía israelita fue severamente dañada por los costos de la guerra, por la interrupción de actividades económicas y ahora debe afrontar la reconstrucción. Su población enfrenta algo que creía imposible, sufrir las consecuencias de sus continuas guerras. Otros daños son intangibles; perdió su fama de ser invencible y enfrenta un creciente desprestigio global incluso dentro de países aliados. Su venganza contra los habitantes de Gaza bloqueando toda entrada de alimentos, agua y medicinas es denunciada al más alto nivel internacional.
Israel sin duda insistirá más adelante en la destrucción de Irán involucrando a los Estados Unidos. Lo que está en duda es la posición que tome su amigo Trump.
Irán podría intentar, ahora con mayor razón, construir bombas nucleares en secreto, aunque sus instalaciones fueron destruidas tiene lo principal, el conocimiento tecnológico. Además de rearmarse, es casi seguro que busque un acercamiento militar con Rusia y China. Israel lo atacó con todo y de sorpresa, eso ya no volverá a ocurrir.
Así que por el momento si parece posible que perdure el cese al fuego aunque las posiciones de los tres países beligerantes seguirán siendo irreconciliables.