LO CLARO. La historia de Tamaulipas, camina siempre orientada hacia el desarrollo. Desde 1950 tiene un aliado estratégico en la Máxima Casa de Estudios que ajusta sus primeros 75 años de impartir cátedra y formar profesionistas… profesionales.
La aplicación formativa, la ciencia y el servicio –con compromiso social- hacen que la Universidad Autónoma Tamaulipas sea la herramienta fundamental de la que cuenta la comunidad y el progreso de nuestra entidad.
Apalancados en la docencia, la investigación y la vinculación –que le permite forjar una universidad pertinente con su entorno económico- entrega a la comunidad a hombres y mujeres talentosos y comprometidos que siguen generando valor público.
“Pasado y Presente de la UAT” es el reciente evento donde a manera de reseña, autoridades universitarias comparten con la sociedad logros, avances y retos de cara a la globalidad que exige mayor tecnología y movilidad en aras de continuar impulsando la competitividad… como hasta hoy.
LO OSCURO. La relación México-Estados Unidos se está reescribiendo al ritmo del combustible robado. No es metáfora: el “huachicol” ya no es solo pinchazos en ductos; evolucionó a redes marítimas y aduaneras con ingeniería fiscal fina. Entre diciembre de 2018 y febrero de 2025 Pemex detectó 81,352 tomas clandestinas y aunque bajaron los “piquetes” visibles, el negocio creció por otras vías. En 2024 el robo de combustibles aumentó 10% y solo en el primer semestre de 2025, Pemex reportó pérdidas por 13,122 millones de pesos, 37% más que el mismo periodo de 2024.
El salto cualitativo es el “huachicol fiscal”; diésel y crudo que entran al país -o salen- camuflados como “aditivos” o “aceites usados”. La investigación sobre la red de los hermanos Farías Laguna documenta 69 envíos, 564 millones de litros y ganancias estimadas en 150 millones de dólares desde 2023, con rutas Houston–Altamira/Tampico y complicidades en Marina y Aduanas; 14 personas han sido detenidas desde que un cargamento fue descubierto en marzo de 2025.
Washington, por su parte, dejó de ‘atender’ el tema solo como contrabando. El 1 de mayo de 2025 el Departamento del Tesoro OFAC; sancionó a operadores ligados al grupo de Jalisco y difundió -vía FinCEN- una alerta que describe cómo carteles mexicanos roban “miles de millones de dólares” en crudo a Pemex, lo cruzan a la frontera suroeste y lo colocan con importadores estadounidenses “cómplices”. La propia alerta califica el robo de combustibles como la fuente ilícita más importante no relacionada con drogas para los carteles.
Ese endurecimiento se acompaña de un giro político. El 20 de enero de 2025 la Casa Blanca creó un proceso para designar a los grupos violentos como Organizaciones Terroristas Extranjeras. Y el 1 de mayo OFAC y FinCEN coordinaron nuevas acciones contra el huachicol. La línea es clara… menos paciencia y más sanciones financieras, con aperturas para acciones unilaterales si México no entrega resultados.
A la vez, hay un riel de cooperación. El 3 de septiembre de 2025 ambos gobiernos emitieron una Declaración Conjunta de Seguridad. Se crea un grupo de implementación de alto nivel, se promete “respeto a la soberanía” y se amplían intercambios de inteligencia para desmantelar redes transnacionales. Reuters subrayó la tensión. Cooperación, sí, pero con Washington recordando que mantiene “todas las opciones” sobre la mesa.
En ese escenario irrumpió un elemento político sensible. Los nombres de los hijos del expresidente fueron mencionados en amparos promovidos por terceros en medio del caso de huachicol fiscal; ellos negaron haberlos tramitado y la Presidencia informó que no aparecen en la investigación de la FGR. Animal Político identificó a 14 coacusados vinculados a la trama; medios y verificadores han advertido contra rumores no sustentados. Aquí importa la letra chica. Mención en amparo no equivale a imputación. Y, hasta hoy, no hay órdenes de aprehensión ni cargos formales contra ellos.
Lo que le sigue: más listas negras y reportes antilavado binacionales. FinCEN ya pidió a bancos etiquetar operaciones sospechosas con la clave “FIN-2025-OILSMUGGLING”. El objetivo es asfixiar la caja del huachicol, donde OFAC calcula “cientos de millones de dólares anuales” solo en una red. Para México, esto implica reforzar UIF, Aduanas y Marina, y blindar puertos como Altamira y Tampico con células mixtas.
También la revisión del T-MEC arranca de facto en 2025 rumbo a 2026. Washington ya puso tarifas sectoriales en otros frentes; ligar desempeño contra el robo energético a concesiones comerciales es una tentación real. México abrió consulta pública.
Y claro, si la causa Farías Laguna escala, habrá costos para élites civiles y militares. El gobierno tendrá que demostrar imparcialidad (investigar arriba y abajo) para preservar su narrativa de “respeto a la soberanía” ante un socio que presume la “cooperación más estrecha de la historia”.
El cierre es menos de coyuntura y más de arquitectura institucional. México puede salir fortalecido si convierte la urgencia en política de Estado y si usa el T-MEC como candado de integridad, no como rehén. Porque el futuro de la relación con Estados Unidos, se jugará menos en los micrófonos y más en las bitácoras de barco, las actas de aseguramiento y los oficios bancarios que congelen cuentas. Si la gasolina robada deja de cruzar, el discurso deja de arder.
COLOFÓN: Ebrard urge a que “ya no le calienten la cabeza a Trump”. El ex presidente López, sabía a lo que se refería cuando señaló que la gasolina podría bajar su precio a diez pesos… pero luego ¿de dónde se financia, lo que se ocupa? A entender del resto del mundo, que de eso sabe.
Por. Alejandro de Anda
@deandaalejandro




