TAMAULIPAS, MÉXICO.- Los operativos contra el “aguachicoleo” —robo de agua a través de tomas clandestinas— se trasladaron al río Soto la Marina, informó el secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, quien confirmó que los recorridos se realizan en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El funcionario explicó que, tras concluir una etapa de inspección y clausura de tomas ilegales en la cuenca del río Guayalejo-Tamesí, los esfuerzos se concentrarán ahora en la zona centro-oriente del estado, donde los niveles del Soto la Marina han aumentado significativamente tras las lluvias registradas en 2024 y 2025.
“Ahorita cambiamos un poco el enfoque hacia el río Soto la Marina, porque allá lo que nos sobra es agua. Tenemos excesos, y no es por relajarnos, sino porque también debemos atender otras áreas donde hay problemas de disponibilidad”, precisó Quiroga Álvarez.
Durante la fuerte sequía que afectó a Tamaulipas entre 2023 y mediados de 2024, la Secretaría detectó decenas de tomas clandestinas a lo largo de los principales ríos del estado —entre ellos el Guayalejo, el Purificación y el propio Soto la Marina—, lo que agravó la escasez en comunidades rurales y sistemas municipales.
De acuerdo con reportes oficiales, en la cuenca del Guayalejo-Tamesí fueron clausuradas cerca de 100 tomas ilegales en mayo de 2024, durante recorridos que abarcaron más de 180 kilómetros con apoyo de la Guardia Nacional.
En otra inspección, realizada en junio de 2025, las autoridades detectaron 15 usuarios irregulares adicionales, principalmente vinculados a actividades agrícolas.
El problema también se replica en zonas urbanas. En Ciudad Victoria, la Comapa ha identificado más de mil 500 tomas clandestinas desde 2024, mientras que en Nuevo Laredo se detectan entre 100 y 140 conexiones ilegales cada semana, según datos de la operadora local.
Estos casos reflejan la magnitud del fenómeno, que no solo afecta la disponibilidad del recurso, sino también la equidad entre los usuarios que pagan el servicio y quienes lo obtienen de manera irregular.
“Seguimos trabajando en esos recorridos. No podemos confiarnos porque el agua esté fluyendo. Las tomas clandestinas siguen siendo un problema serio, y la instrucción es mantener la supervisión permanente”, advirtió el secretario.
Quiroga Álvarez subrayó que, aunque la abundancia de agua en algunos cauces es positiva, representa también un riesgo de sobreexplotación si no se mantiene el control y la vigilancia sobre las extracciones.
Por ello, los operativos en el río Soto la Marina incluyen no solo la clausura de tomas, sino también la verificación de concesiones de uso agrícola, ganadero y doméstico, para asegurar un manejo responsable del recurso.
Entre los principales desafíos de esta estrategia están la lentitud en la regularización de concesiones, la falta de mantenimiento en la infraestructura de monitoreo y la necesidad de crear conciencia sobre el impacto del uso ilegal del agua.
“El objetivo no es sancionar de manera punitiva, sino ordenar el uso del agua y promover un equilibrio entre disponibilidad y necesidad. El agua es de todos, y hay que usarla con responsabilidad”, enfatizó.
La Secretaría de Recursos Hidráulicos anunció que los operativos continuarán en las cuencas de los ríos Purificación y Corona, además del Soto la Marina, mediante un convenio de colaboración con Conagua que refuerza la autoridad conjunta en campo.
Con ello, Tamaulipas busca garantizar que, incluso en tiempos de abundancia, el uso del agua se mantenga bajo control y de manera equitativa para todos los sectores.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON




