La alcaldesa de Aldama, Mimi Sosa Villarreal, se enoja cuando los periodistas la cuestionan.
Se nota que no le gusta exponer públicamente en qué se gasta el dinero de los habitantes de este municipio.
Esta localidad tiene un promedio de 27 mil habitantes, y el 47 por ciento vive en pobreza moderada y el 6 por ciento en pobreza extrema, pero eso no le importa a la alcaldesa; ella se gasta el dinero del pueblo a su antojo.
Este lunes acudió a un evento en el municipio de Altamira, donde se le trató de preguntar sobre los cuestionamientos que rondan su administración, entre ellos, la presunta existencia de familiares en la nómina municipal.
La señora presidenta no va con los principios de Morena, de entrada con el humanismo; a ella le gusta que los periodistas le echen porras, y cuando no es así, prefiere salir huyendo para no dar la cara.
Lamentablemente para los aldamenses, esta comuna durante el primer año de Mimi Sosa ha caído en un bache; está atrapada en el rezago y en el olvido.
Con alcaldes como Mimi Sosa nunca habrá progreso y Aldama seguirá siendo un municipio huérfano en la zona sur de Tamaulipas.
Sus respuestas no son claras, mostrando que no hay transparencia en su administración, y eso no puede ser así, y menos cuando se trata de un gobierno emanado de la 4T.
Entre más se le pregunta, la alcaldesa Mimi Sosa más se incomoda y más golpeado contestaba, con ganas de no hacerlo.
Pese a que su gobierno ha sido agarrado como piñata en redes sociales por parte de los habitantes de esta ciudad, la presidenta considera que esto es parte de una guerra sucia, lo cual es una respuesta demasiado fácil.
En la entrevista que le realicé ayer, donde reconoció que no lee ni ve las críticas que le hace la raza en Facebook, pues ahora entiendo por qué Aldama sigue de cabeza y no ha pasado de ser un rancho.
Doña Mimi reconoció que su administración es un gobierno ciego, sordo y mudo.
La alcaldesa fue captada come y come unas barritas, ya que tardó un poco en arrancar el evento de Altamira y, como no llevó lonche, mandó a sus guarros al Oxxo.
Y truena, pero truena, al grado de que la alcaldesa se encapricha, y la vimos tomando fotos a los periodistas que la incomodan. Imagínese: va a necesitar un teléfono con una memoria de 256 GB para poder archivar todas las fotos de los que la molesten.
Hoy muchos alcaldes de la 4T están haciendo un pésimo trabajo y chillan si los tocas hasta con el pétalo de una rosa.
Y hay que recomendarle a doña Mimi Sosa que no coma tanto aguacate, porque no le vaya a hacer daño con tanto coraje que hace.
Y con todo respeto, si no le gustan las críticas, mejor que: ¡RENUNCIE!
MAKI SIGUE DANDO: “PAN Y CIRCO”
La senadora Maki Ortiz, en lugar de andar trabajando cercana a los tamaulipecos para cumplir con su chamba de ser su voz ante la Cámara Alta, anda publicando en sus redes sociales que anda comiéndose un elote asado.
Los políticos creen que con publicar en sus redes sociales “intentos” muy baratos de baño de pueblo ya con eso la raza va a votar por ellos, pero están muy equivocados: la raza está harta de payasadas.
La gente lo que quiere es trabajo y resultados de sus diputados y senadores. Por eso ya no cree en los políticos, porque apenas llegan a un cargo y ya andan de trepadores buscando otro más, como el caso de doña Maki que, por enésima ocasión, buscará la candidatura para el gobierno de Tamaulipas.
¡No se vale chillar!
Por. Mario Alberto Prieto
