4 diciembre, 2025

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Estas son las verduras que tu gato puede comer de forma segura

Descubre qué verduras son seguras para tu gato y cuáles puedes darle de forma ocasional sin afectar su alimentación.

Aunque los michis son carnívoros por naturaleza, muchos dueños quieren saber qué verduras son seguras para su gato y si pueden incluirse, de forma ocasional, en su alimentación.

Si bien la base de la dieta de un felino debe seguir siendo la proteína animal, algunos vegetales pueden aportar fibra, antioxidantes y ciertos nutrientes que, con moderación, podrían beneficiar su salud digestiva.

Verduras que pueden complementar la dieta de un gato

De acuerdo con el blog especializado en bienestar animal de Tiendanimal, hay un grupo reducido de verduras que pueden ser ofrecidas de forma segura a los gatos, siempre en cantidades pequeñas y como complemento, nunca como sustituto de su alimentación principal.

Estas son las verduras que, según los expertos, pueden ser incorporadas de forma ocasional y bajo supervisión:

Zanahoria
Tomate (maduro y sin semillas)
Calabacín
Calabaza
Brócoli
Acelga
Pepino
Guisantes
Remolacha
Lechuga

Estos vegetales pueden prepararse al vapor, hervidos o cocidos sin sal ni condimentos, para facilitar su digestión. También deben ofrecerse en trozos pequeños o triturados, especialmente si es la primera vez que se incluyen en su dieta.

Cabe señalar que las verduras no deben formar parte esencial de la alimentación del gato, ya que su sistema digestivo está adaptado para procesar proteínas de origen animal, no plantas.

Por lo tanto, su consumo debe ser muy esporádico y orientado más como un complemento funcional que como un cambio de dieta.

¿Qué verduras no pueden comer los gatos?
Si bien algunos vegetales pueden ser bien tolerados, otros pueden ser peligrosos o incluso tóxicos para los gatos.

Alimentos como la cebolla, el ajo, el puerro o la papa cruda están estrictamente prohibidos, ya que pueden causar desde malestares gastrointestinales hasta daños más severos como anemia o intoxicaciones.

Una alternativa más práctica y segura es optar por alimentos comerciales formulados especialmente para gatos, que ya incorporan algunos vegetales en cantidades adecuadas y en presentaciones que resultan más atractivas para los felinos.

Existen croquetas, sobres húmedos y premios que incluyen ingredientes como guisantes, calabaza o arándano, diseñados para aportar beneficios específicos como mejorar la digestión o fortalecer el sistema inmunológico.

En todos los casos, antes de incorporar un nuevo alimento a la dieta del gato, es recomendable consultar con un veterinario, especialmente si el animal tiene condiciones médicas preexistentes o sensibilidad digestiva.

CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR

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