4 diciembre, 2025

4 diciembre, 2025

Los que ya se ven

EN PÚBLICO/ NORA M. GARCÍA.

Es la hora de movimientos intensos, una pretemporada electoral donde todos corren, posan y graban videos, aun cuando faltan dos años para el 2027. Así como más de cuarenta buscan la Fiscalía, hay cientos que sin apuntarse ya se sienten candidatos y sueñan con su nombre en la boleta.

El problema es ese espejismo que muchos construyen, una imagen inflada que no resiste una tarde en la colonia. Viven de likes comprados, encuestas de escritorio y asesores dedicados a engordar egos, no agendas públicas ni causas reales.

No hay temas que emocionen al votante. Hay videos que son monumentos al yo, pequeñas cápsulas de narcisismo político donde la apariencia reemplaza a las ideas y el maquillaje vale más que cualquier propuesta.

Lo más grave es que creen que la gente no nota el vacío. Piensan que una visita grabada o una foto con adultos mayores basta para parecer líderes sociales, como si la calle no recordara que desaparecen cuando se apagan las cámaras.

En Tamaulipas la fiebre es evidente. Operadores reciclados que regresan, jóvenes sin brújula que debutan, figuras que juraban no querer nada y hoy estrenan eslogan, equipos que organizan sesiones de fotos y no estructuras.

La disputa es silenciosa: quién aparece más en redes, quién presume más recorridos, quién logra que hablen de él aunque la conversación no pase de sus propios círculos. Como si los algoritmos votaran.

La política local se mueve entre un oficialismo que administra los tiempos y una oposición que intenta resucitar sin saber por dónde empezar. Esa mezcla produce aspirantes que caminan sin discurso, sin método y sin entender qué quiere la sociedad.

Porque 2027 no se ganará con poses. La gente pide soluciones: agua, seguridad, transporte, servicios que sí funcionen, gobiernos que dejen de culpar al pasado y asuman la realidad del presente.

Ahí se estrella esta camada de aspirantes. No hablan de la calle, hablan de sí mismos. Se venden como la última coca del desierto, pero sin explicar qué cambiarían, cómo lo harían y con qué equipos.

La carrera ya empezó, sí, pero no la ganará el que más vídeos suba. La ganará quien escuche, quien construya agenda, quien entienda que sin causas no hay campaña que sobreviva. El electorado se lo recordará a todos: las elecciones no se ganan en Instagram, se ganan en la realidad.

Por. Nora M García

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