4 diciembre, 2025

4 diciembre, 2025

Mentirosos y Traidores

TRÓPICO DE CÁNCER/ JESÚS COLLADO MARTÍNEZ

El primer acto de gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum fue firmar el acuerdo presidencial por el que el Estado Mexicano reconoció que la matanza del 2 de octubre fue un crimen de estado, en su presencia la Secretaria de Gobernación pidió una disculpa pública a los sobrevivientes y a los familiares de los que ya no están, además declaró públicamente el compromiso del estado de la no repetición, es decir, el compromiso de no llevar a cabo actos de represión contra ningún ciudadano que exprese libremente sus ideas.

Desde hace siete años el gobierno de la cuarta transformación ordenó la desaparición del cuerpo de granaderos y el desarme del grupo antimotines que lo sustituyó, que solamente usa un escudo y un casco con careta transparentes, para hacer su trabajo. Es muy importante destacar que a lo largo de ese tiempo no ha habido detenidos por razones políticas en las cárceles, ni lesionados, ni muertos por la represión de alguna manifestación pública como sucedía en los gobiernos anteriores priístas y panistas.

Es mentira que es un acto de represión que impide la libre manifestación de los opositores de derecha, proteger las fachadas de los monumentos históricos cómo el Hemiciclo a Juárez, el Palacio de Bellas Artes, los comercios que se encuentran a lo largo de la calle 5 de Mayo desde el Eje Central hasta El Zócalo, la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional.

Es mentira que el gobierno haya dispuesto que un grupo de policía se mantuviera frente a las puertas del Palacio Nacional detrás de la barrera metálica con el propósito de reprimir a los manifestantes, porque la única posibilidad material es que lo hicieran a cachetadas o con polvo de extinguidor porque estaban totalmente desarmados.

Es mentira que asaltar las vallas metálicas sea un acto de libre expresión de las ideas sobre todo cuando las pandillas mercenarias llegaron armadas de mazos pesados, cadenas, cortadoras de metal, sopletes, cordeles de alta resistencia explosivos de bajo impacto conocidos como petardos y otros instrumentos o herramientas para desmantelar la barrera metálica y atacar directamente a los policías desarmados.

Por otra parte, en los días previos a la manifestación, una televisora promovió la asistencia a la marcha entrevistando a un líder de la Generación Z que dijo que ante las manifestaciones de inconformidad el gobierno de Morena reaccionaba asesinando a los jóvenes, cuando no existe ningún antecedente de algo como eso en los pasados siete años. Durante el desarrollo de la marcha a lo largo del trayecto el Ángel de la Independencia hasta El Zócalo, la misma televisora envió un equipo a hablar de la represión del gobierno, mientras la imágenes de sus cámaras trasmitían el ataque de los pandilleros encapuchados a las vallas y a los policías desarmados.

Al día siguiente las televisoras, la prensa escrita y las redes sociales hablaban de la represión de los granaderos contra los jóvenes de la Generación Z, comparaban los hechos del 15 de noviembre con el 2 de octubre del 68, y a la Presidenta Sheinbaum con el Presidente Díaz Ordaz, los corresponsales extranjeros, palabras mas palabras menos, emitieron noticias coincidentes en que la inconformidad generalizada de los mexicanos con el gobierno socialista de la cuarta transformación había sido reprimida violentamente por el gobierno que protege a los narcotraficantes.

El vociferante dirigente nacional del PRI dijo que el “narcogobierno” de Morena estaba asesinando a los jóvenes, es el mismo que fue a Washington y acudió a los medios extranjeros para decir que México debería aceptar la ayuda de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Aquí es pertinente señalar, que a raíz de las declaraciones del Presidente de los Estados Unidos en el sentido de estar dispuesto a brindar el apoyo de las fuerzas armadas de su país para detener o eliminar a los carteles de la droga que se han apoderado algunas partes del territorio de México, un buen número de dirigentes de los partidos de la derecha opositora panistas y priistas, senadores de la república, líderes partidistas, comentaristas de los medios, influencers de las redes sociales, dirigentes empresariales e inclusive integrantes de la marcha de la llamada Generación Z, han solicitado públicamente la intervención armada de los Estados Unidos para acabar con el narcotráfico y la inseguridad, lo que los convierte en traidores a México, aunque la acción no se realice, el hecho simple de solicitarlo es un acto de traición.

De acuerdo con el Código Penal Federal comete traición a la patria la persona que solicite la intervención de un Estado extranjero o solicite que haga la guerra a México; el que invite a individuos de otro Estado para que hagan armas contra México o invadan el territorio nacional.

Es cierto que el problema de la inseguridad y todos sus males no se ha resuelto, persisten los homicidios, la extorsión, el secuestro, los asaltos, también es cierto que todos sabemos que la crisis de inseguridad la agravó el Presidente que le declaró la guerra al narco y puso al frente a un narcotraficante ahora sentenciado a 40 años de cárcel por los delitos que cometió en el ejercicio de su cargo.

Es abusivo, perverso y misógino emprender una campaña de patrañas contra la Presidenta Sheinbaum para socavar la legitimidad de su gobierno acusándola de actos que no forman parte de su manera de gobernar. Es el reflejo de la incapacidad política de la derecha opositora relegada por los ciudadanos a una participación casi testimonial, pasaron de ejercer con abuso todo el poder del estado a la triste condición de pandilleros mentirosos y traidores.

Por Jesús Collado Martínez

Trópico de Cáncer/Expreso Tamaulipas

24 de noviembre de 2025

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