En el gobierno cabecista, no hubo ‘hermano incómodo’… lo que sí hubo fue un entendimiento entre el gobernador y su hermano Ismael Garcia Cabeza de Vaca, para convertir la proveeduría estatal en una obligada ruta de diezmos multiplicados, desde la obra pública y asignación de plazas, hasta las copias que se cobraban en Educación.
Sin decirlo, todo el gabinete sabía cómo se hacían las cosas y tenían que entrarle. El hoy diputado local, metía mano donde quería, y así tenía que ser. A quien se animó a llevarle la contraria se le pidió la renuncia. en el mejor de los casos.
Durante ese sexenio, Ismael García, le pidió a una Secretaria, que firmara un documento, por una cantidad de la compra de insumos, que había sido alterada, por lo que ella se negó a firmar y en los días siguientes, hicieron circular una imagen donde supuestamente estaba tomando en su oficina, para presionar su renuncia; al final salió del gabinete; así operaron, con unos y con otros.
Incluso trascendió en redes sociales, que montaron una oficina, en esta ciudad, desde donde se hacían las citas a los funcionarios para pagar y asignar las cuotas.
De esas oficinas, se vieron salir a titulares de las comapas, fideicomisos, jefes administrativos y tesoreros de dependencias y ayuntamientos, que pasaban a dejar el pago que les exigía el hermano cómplice
Lo cierto es que en el gobierno de Morena, se iniciaron más de 790 carpetas de investigación, ahora en trámite, por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Tamaulipas, contra funcionarios del gobierno del estado encabezado por Francisco García Cabeza de Vaca, aunque hasta la fecha, no hay más detenidos que uno de los exsecretarios.
Hoy, ante un nuevo escenario de poder, con un nuevo Supremo Tribunal de Justicia y la salida de Irving Barrios de la Fiscalía General de Justicia del estado, ligado a la estructura cabecista, la ciudadanía deberá notar la diferencia entre una autoridad, que de aquel sexenio solapó la impunidad y quienes hoy llegan, con la encomienda de combatir la corrupción, así como las omisiones y aplicar la justicia, apegados a la ley.
El nuevo fiscal General de Justicia, Jesús Eduardo Govea Orozco, está obligado a dar resultados. Fue electo por su trayectoria en la procuración de justicia y cuenta con un historial que respalda su trabajo en el ámbito jurisdiccional.
Por su parte, la Magistrada Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Tania Contreras López, es una jurista con una trayectoria transparente en el servicio público y reconocida por su compromiso con la justicia.
Con este perfil de funcionarios al frente de las instituciones de justicia del Estado, lo mínimo que se espera es que en este caso se tenga resultados.
La ciudadanía se pregunta ¿hasta cuándo se hará justicia con los hermanos Cabeza?; la percepción social es que continuarán en la impunidad; los comentarios en las redes sociales coinciden en que no se hará justicia por el saqueo que se hizo durante la anterior administración estatal, que dejó a un estado en bancarrota y un estado de crisis generalizada.
Meter a la cárcel al viejo estilo priista no va con Morena. Este gobierno se comprometió a actuar con apego estricto a la ley y a no brindar protección a nadie.
La ciudadanía exige justicia y Morena tiene el mandato de cumplirla. Hoy toca demostrar que en Tamaulipas la ley sí se aplica, que la impunidad no es opción y que este gobierno está dispuesto a responderle de frente a la gente.
POR DORA DE LA CRUZ
