Noviembre de 2014 ha sido el mejor mes en lo que se refiera a indicadores económicos fundamentales para medir del desempeño de la economía de Tamaulipas.
La Tasa de Desempleo del INEGI revelada ayer resultó en la segunda más baja desde 2011 y al mismo tiempo, el IMSS reporta la más alta generación de empleos formales en lo que va del año. Las cosas van bien.
La Tasa de Desocupación Abierta (TDA) que cada mes publica el INEGI, es sin duda uno de los más relevantes indicadores económicos, pero también de los más ingratos e incluso, de los menos comprendidos. La confusión sobre lo que mide ha hecho a gobiernos, líderes empresariales, medios de comunicación, etc., padecer por las interpretaciones que se le hacen —a la TDA— y que no siempre coinciden con lo que en realidad ilustra el citado indicador.
Ayer el INEGI dio a conocer que la TDA para Tamaulipas durante el tercer trimestre del año fue de 5.4 por ciento, por debajo del 5.5 de segundo trimestre, pero muy por debajo también del 6.7 por ciento del mismo periodo del año pasado. Hay que decir que la academia sugiere que es la variación anual la que se utiliza para evaluar el comportamiento en el tiempo de un indicador económico.
Varios son los factores que pueden explicar esta variación en el indicador. El propio IMSS publicó que en octubre el empleo formal alcanzó los 610 mil 052 puestos de trabajo, 4 mil 859 más que septiembre, la mayor variación en el año.
Hay un dinamismo marcado en la actividad económica regional como consecuencia de la expansión moderada en la economía de los Estados Unidos que está impulsando con la fuerza necesaria al principal motor de la economía estatal que es la actividad en la industria de las manufacturas.
Tampoco hay que olvidar la aceleración que existe en el ejercicio del Presupuesto Federal que sigue impactando a sectores claves en la creación de oportunidades laborales como la construcción y que claro, desemboca en una afectación positiva más fuerte aún en el dinamismo del comercio, donde trabaja la mayor parte de la estructura laboral del Estado.
En términos conceptuales, es cosa de recurrir a la definición que proporciona la institución que lo genera, el INEGI, quien al publicar las cifras establece que éste es un indicador que mide los desequilibrios del mercado laboral y su comportamiento coyuntural, punto. No dice que con este indicador hay que medir la eficiencia de un gobierno, la incapacidad de las empresas para crear empleos, ni dice si los empleos son buenos o malos. Nada de eso.
Hemos dicho en anteriores ocasiones que la economía de Tamaulipas ha crecido, pero su expansión acreditada por cifras oficiales no ha sido suficiente para aminorar la presión del mercado laboral que se nutre con tamaulipecos y mano de obra que llega diariamente desde otras entidades del país.
Al ser un estado fronterizo, Tamaulipas recibe diariamente a miles de personas provenientes de otros estados y otros países que buscan llegar a Estados Unidos.
La llegada de más personas eleva la cantidad de la Población Económicamente Activa (PEA), por lo tanto, la Tasa de Desempleo que es la proporción de la PEA que no tiene trabajo, crece al mismo tiempo.
Después de que la economía de Tamaulipas colapsó más del 9% en 2009 como consecuencia de la crisis mundial, hemos llegado a registrar tasas del 9%.
En el lapso, el INEGI ha reportado para Tamaulipas 5 meses con una TDA del 3%, 18 meses de 4%, 17 meses 5%, 24 meses de 6%, 16 meses de 7%, 4 meses del 8% y un mes, agosto de 2011, del 9%. Hoy la situación es por mucho, menos compleja y lo más importante es que la TDA muestra una tendencia sostenida a la baja.
¿Qué hay que esperar en los próximos meses? El panorama viene optimista; Estados Unidos ya ajustó a la alza sus pronósticos de crecimiento y México ha hecho ya lo propio. Claro que Hacienda lo hizo a la baja varias veces el año pasado y no será raro que lo volviera a hacer, aunque se prevé que la situación se maneje con cautela.
Sin embargo, hay un ejercicio presupuestal programado que se tiene que ejercer en la parte final del año por lo que los indicadores estarán mejorando.
Conforme se despejen las dudas sobre la legislación en materia energética, la certidumbre de los inversionistas se dará a notar con sendos anuncios de planes de inversión para la entidad. Las poderosas corporaciones globales de la industria empezarán a emitir pronunciamientos lo que podría dar mayores elementos para pensar que el 2014 cerrará bien.
Si todos estos factores se conjuntan, podría incidir en una mayor confianza del consumidor en el Estado y ello podría empezar a reactivar el deprimido mercado interno. A ver qué pasa. (www.adanmoctezuma.mx).