1.-Durante el siglo XX hubo muchas revueltas, golpes de Estado y dos grandes revoluciones sociales. La Revolución Rusa que inició Lenin y que José Stalin convirtió en dictadura, y la Mexicana de 1910, que consolidó la función de Ejército como defensor de la soberanía y de las instituciones, y generó el marco histórico del México moderno.
2.- Al festejar el próximo día 20 un aniversario más de la Revolución de Mexicana procede recordar que, como todo gran movimiento social, la Revolución tuvo caudillos que la impulsaron, también traidores que combatieron sus conquistas y realizaciones.
3.- Durante los gobiernos de Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas. Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, al amparo del credo revolucionario se vivieron momentos de esplendor y magnas realizaciones que promovieron la unidad social y beneficiaron a las grandes mayorías populares.
4.- Fue a partir del gobierno de Miguel de la Madrid, en 1992, cuando los tecnócratas egresados de Harvar traicionaron a la Revolución, y tiraron a la basura su proyecto histórico. Los de “Harvar Boys” abrazaron la “religión del neoliberalismo” y liquidaron el programa de desarrollo independiente de la nación.
5.- Corresponde a Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, la responsabilidad histórica de haber entregado al país a la voracidad de los tiburones de la globalización, al capital especulativo y a los designios empresariales de Washington.
6.- Por esa traición histórica, hoy las riñas y rapiñas han acorralado a los mexicanos en la protesta y la ira cotidiana, Los antiguos y nuevos pobres que cada día surgen en México no alientan ya ninguna esperanza y en los últimos sexenios el país se ha vuelto una infame caricatura.
7.- Los mexicanos fueron despojados de todas las certidumbres que heredaron de mejores tiempos, y han perdido la fe en el sistema, en el progreso y hasta en sí mismos. El sistema ha producido tantos marginados que su propaganda se ha vuelto una inmensa estafa.
8.- Con la alternancia del PAN en el poder, se gastó la confianza en las palabras del Presidente, y hasta sus silencios tenían las sospechas de la prevaricación y el delito. Se han cancelado los compromisos de largo aliento y se ha erosionado la identificación entre el gobierno y el pueblo. Las esperanzas que millones de ingenuos depositaron en el Gobierno de Felipe Calderón, han concluido en una gran decepción nacional.
9.- Los ciudadanos exigen que el cambio social y político venga desde abajo presionado por el hombre de la calle, por quien siente necesidades diarias de alimentos, medicinas, techo y escuela, y no por un gobierno patronal y de derecha, cuya filiación lo liga a los intereses más oscuros de la relación, y a la visión absurda de que la patria es un negocio, y de que todas las soluciones deben provenir de Washington, Asia o Europa.




