MATAMOROS, Tamaulipas.- A los gritos de «¡Queremos pedimentos!», «¡No somos delincuentes!», «¡Que salga Dolores!», «¡Fuera Dolores del Asco!», comerciantes de autos usados, propietarios de vehículos, pequeños empresarios del ramo restaurantero, mecánicos y vendedores de partes, hicieron hoy una manifestación de protesta frente a las oficinas de la Administradora de la Aduana, porque tienen casi tres meses sin poder regularizar nueve mil 600 autos, sin que pudieran hablar con ella, porque las puertas fueron custodiadas por cuatro elementos del Ejército con metralleta en mano, mientras que otros 20 efectivos más rodeaban el inmueble a la expectativa.
Los manifestantes se congregaron a las 13:00 horas en el estacionamiento de un centro comercial, por la avenida División del Norte y Acción Cívica, a unos 500 metros de la Aduana y 15 minutos más tarde emprendieron un marcha hacia el puente internacional Ignacio Zaragoza, portando pancartas de reclamo y protestas.
La marcha la encabezó una niña con una pequeña pancarta que decía: «Quiero importar mi auto».
Una de las grandes pancartas decía: «SAT queremos que se nos dé una solución a la regularización de nuestros vehículos, ya tenemos tres meses con nuestros trámites en curso, queremos circular nuestros autos con nuestros documentos en regla».
En otra pancarta se podía leer: «Dolores del Asco, administradora, desde que llegastés nos estás matando de hambre, ya lárgate de Matamoros dejamos en paz».
En otro gran pancarta se reprochaba: «El SAT y Videgaray al servicio de la industria automotriz».
A las 13:15 horas, aproximadamente 200 manifestantes emprendieron la marcha hacia las oficinas de la Administradora de la Aduana, Dolores Velasco Rosas y a las 13:20 bloquearon por dos minutos el carril por el que cruzan los camiones con carga de exportación y los turistas, mientras que seis unidades con agentes del SAT, observan a 200 metros, pero sin intervenir.
Los manifestantes siguieron su marcha hacia las oficinas de la Administración de la Aduana, que estaban fuertemente custodiada por más de 20 elementos del Ejército mexicano, portando metralletas, mientras que un oficial, llamaba por teléfono, al parecer a sus superiores, para recibir indicaciones de cómo actuar.
El oficial le dijo a uno de sus subalternos «nosotros no vamos actuar, solamente vamos a resguardar la seguridad de las instalaciones».
En un patio, atrás de las oficinas de la Administradora de la Aduana, los manifestantes hicieron un alto, portando sus pancartas, en donde Raúl Quintanilla de la Garza, presidente de la Unión de Comerciantes de Autos Usados, pidió a todos tener calma, comportarse con respeto y que buscarían tener una entrevista con la Administradora.
Quintanilla fue llamado por el oficial de mando del Ejército, quien aclaró que ellos solamente estaban para resguardar la seguridad de las instalaciones y que no se meterían con su manifestación de protesta.
Raúl Quintanilla le dijo que fuera interlocutor para le dijera a la Administradora de la Aduana, Dolores Velasco, que lo único que quieren los propietarios de los autos era hablar con ella.
Luego de una larga espera de aproximadamente unos cinco minutos, el Oficial regresó con el siguiente manejase: «La Administradora no está en las oficinas» y a través de los subalternos envió a los inconformes una tarjeta para que hablaran directamente a México al Departamento de Comunicación Institucional Servicio de Administración Tributaria, a los teléfonos: 01-55-58.02-24-30 con José Manuel Ruedas Smithers.
Raúl Quintanilla, dijo al oficial del Ejército que las cosas no cambian, porque siempre es lo mismo, los remiten a que hablen a la Ciudad de México.
Le planteó que los inconformes estaban en todo su derecho de protesta y que «lo que nosotros hicimos fue hacerles ver que se hiciera todo dentro de la Ley».
Le aclaró al oficial del Ejercito que la respuesta de la Aduana no sería bien recibida por los inconformes, que estaban a unos 10 metros de la entrada principal.
Cuando Quintanilla dio a conocer a los manifestantes la repuesta que recibieron los ánimos se caldearon y algunos empezaron a gritar «vamos quemar los carros, que salga la Administradora, queremos pedimentos».
A las 13:40 horas la situación se puso tensa, cuando los manifestantes decidieron entrar hasta donde estaba la Administradora, donde ya estaban cuatro elementos del Ejército, que portando sus ametralladoras, que se los impidieron.
Ante la negativa, los manifestantes abandonaron el recinto de la Aduana a las 13:44 horas y se marcharon ahora hasta la avenida División del Norte, donde durante 15 minutos no permitieron que ningún camión de carga, como automóviles particulares entrara al puente internacional Ignacio Zaragoza.