20 marzo, 2025

20 marzo, 2025

Claman ayuda …y no los oyen

Vecinos de la colonia Tomás Yarrington piden a la SEDESOL federal bajar recursos a este sector donde hay familias con extrema pobreza

VICTORIA, Tamaulipas.- Al menos cien familias de la colonia Tomás Yarrington, protestaron contra la política las irregularidades cometidas en el reparto de ayuda de la Sedesol federal ,»entregan apoyos en la colonia Mainero; y ¿a esa por qué?… Si acá hay muchas familias con más necesidad».

En entrevista, los afectados, dijeron que ayer se presentaron supervisores de la instancia para realizar un censo socioeconómico en el que a ellos, como sector, no los incluyeron; sólo a la Bethel, pero sí a la colonia Mainero.

«Y esa por qué. Aquí y en China se sabe que existen sectores con más necesidad que la colonia Mainero. Ahí puede haber necesitados, pero no del nivel de nuestras colonias; aquí hay familias que necesitan estos programas de mejoramiento de vivienda», dijo Claudia N.

Dijo que lo interceptaron y le pidieron que los agregara a la lista, pero el joven sólo traía para la colonia Bethel, que ya no existe, pues tornó en Tomás Yarrington, por lo que ahí es donde advirtieron la irregularidad.

Por otra parte, manifestaron que las políticas aplicadas para la entrega de apoyos son irregulares.

«Hemos logrado algunas cosas por apoyos, ya no podemos acceder a otros programas» dice la señora Ana María González de León.

Ella, a sus 60 años ha conseguido hacer a través de apoyos, un cuartito de block con techo de lámina; y como están el programa Oportunidades, ya no puede tener acceso al de mejoramiento de vivienda.

«Estoy grande, no me dan trabajo en ningún lugar, ni siquiera en empleo temporal, y no me quieren apoyar. Mi esposo ya no trabaja, sólo dependemos de mí, de lo que logre hacer trabajando aquí o allá»

Incluso, aflora un caso más polémico; el de don Marcelino Hernández.

El ‘leñador’, porque de eso mantiene a 9 hijos, no ha logrado entrar en ningún programa social porque vive en una zona irregular.

«No hay criterios enfocados a la gente necesitada. Deben considerar todo esto, y evitar ‘vivales’, es decir, gente que no necesita de los apoyos, pues cada que entregan a este tipo de personas, una familia entera con problemas reales, los pierde”.

Hablaron también de un programa improvisado en el que apoyaban a las familias, poniéndoles el piso de concreto.

«Aquí se perjudicó mucha gente, pues hicieron un registro de 100 familias a las que les pondrían el piso, y estas terminaron perdiendo»

La mecánica fue que debían quitar muebles para no estorbar, que fue lo que hicieron, pero no llegó el programa; se dejaron caer las torrenciales lluvias, y se echaron a perder.

Ropa, zapatos, cosas que guardaban en roperos, burós, que fueron alcanzados por las lluvias mientras trabajaban, quedaron inservibles.

«Vino el arquitecto a construir los pisos, pero a los 30 días, abandonó la chamba porque ya no había recursos, no le habían pagado ; no se vale jugar así”.

 

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