En el arte, los nombres famosos suelen nacer de otros nombres que fueron poco conocidos. Elton John es una identidad tomada de un cantante y de un saxofonista. Su canción, “Adiós Calles de Ladrillo Amarillo”, surge del “Mago de Oz”, y de su maravillosa escenografía, donde el “brick yellow” aparece como una metáfora del oro y la onza, medida específica de una ambición que taladró las paredes del siglo XX.
Es insólito como una película que cautivó al niño Reginald Kennet (nombre de pila de Elton), fue resucitada por él años más tarde para crear una hermosa balada. De esta forma opera el paraíso de la memoria. En lo que concierne al “Mago de Oz”, es una historia de aparente ternura infantil, pero en el fondo refleja el tránsito de un país de gambusinos a una nación de banqueros influyentes y despiadados.
El símbolo de la onza es Oz. Se trata de una antigua medida romana cuya equivalencia en determinada época fue de un doceavo de libra. Actualmente una onza de plata vale poco más de 252 pesos mexicanos. La onza de oro se cotiza en 17 mil 993 pesos.
Con el derrumbe de las ideologías socialistas y el dominio absoluto de los mercados bursátiles, el mundo entero se convirtió en el territorio de Oz. Y los dólares como fiel reflejo del patrón oro, se convirtieron en el centro del universo capitalista.
Envuelto en la candidez de muñecos de hojalata, niñas huérfanas y angelicales, el sistema de la usura y la explotación sigue vigente. Desde que finalizó la segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se ha convertido en el moderno “Mago de Oz” neoliberal, el amo del planeta. El Mago de Washington y su Pentágono, que han mantenido a raya a las “malvadas” brujas islámicas, como en el pasado asolaron a Cuba y hoy tienen en la mira a las “hechiceras” de la petrolizada economía venezolana.
Pero aquí en lo cortito, los políticos mexicanos han sido y siguen siendo víctimas del capitalismo de Oz y su doble cara. Por un lado, Estados Unidos y sus aliados europeos permiten que los hombres del poder latinoamericano lleven hasta sus bancos las enormes riquezas de millones de dólares. Aquí, lo mismo caben los grandes narcos, que los burócratas y políticos. Todos son seducidos por el sistema bancario del primer mundo, al cual le confían sus desmesurados depósitos.
Lo que no saben o prefieren ignorar, es que más temprano que tarde, el gran mago del sistema global les cobra caro sus osadías. Muchos son los que hasta ahora han sido despojados por los bandidos globales de la gran manzana neoyorkina. Aquí opera la ley de Darwin y su cadena alimenticia. El ladrón más grande se come al chico. Y es que, en el fondo, el capitalismo no tiene reglas.
Para cuando los infortunados políticos mexicanos se dan cuenta, ya están en calidad de señalados y vulnerables. La ambición en el mundo de Oz tiene un precio demasiado caro. Ahí están personajes como Raúl Salinas o como la misma Elba Esther Gordillo.
Aquí hay ejemplos del pasado y del presente. El sistema bancario norteamericano es el gran farsante que ejecuta actos de ilusionismo en dólares, y al final los convierte en una tragedia de corte político, ataviada de denuncias penales y civiles. Los usureros de la banca anglosajona son como el “Hombre de Hojalata”, no tienen corazón.
A muchos funcionarios y políticos mexicanos, tocados por la codicia, los ha desaparecido del poder el “Mago de Oz”. Ahora están y de pronto ya no están en los reflectores. la maldición de Oz de la onza oro, termina por perderlos.
ZAFRA INFORMATIVA
Hoy, en esta capital, el gobernador Egidio Torre Cantú convive con los medios de comunicación. Será en el salón Elegance donde se den cita los trabajadores de la prensa escrita, de radio y televisión. En esta ocasión se trata del cuarto año de poder en un sexenio que buscará en el 2015 meter el acelerador en materia de política social. La posada de los medios con Egidio será a partir de las dos de la tarde. Por otra parte, a las nueve de la mañana, el Ejecutivo estatal presidirá un acto luctuoso en memoria del ex gobernador Marte R. Gómez, en ocasión de su XLI aniversario luctuoso.
A las diez de la mañana, en el salón Mariana, el Congreso local que preside Ramiro Ramos llevará a cabo una reunión similar de fin de año con los trabajadores del periodismo escrito y electrónico.
Mientras tanto, en Tampico, el alcalde Gustavo Torres Salinas realizó el encendido del pino navideño. “Con las luces de este árbol, queremos que brille el Tampico que vive adentro de nosotros”, dijo el jefe político de la ciudad jaiba. Recordó también que el simbólico ornamento decembrino encarna la armonía, la paz y la esperanza, y la construcción de una sociedad más solidaria y más humana.




