TAMPICO, Tamaulipas.- En la zona Sur de Tamaulipas se cuenta con suficiente agua para abastecer a la población y a la industria instalada, pero se estima que la demanda del agua se incremente exponencialmente con la llegada de inversiones y la consecuente población para laborar en esos proyectos de índole petrolero, y con ello se dé un desabasto de agua, explicó el doctor Sergio Jiménez, director del Centro de Investigación en Ingeniería Portuaria, Marítima y Costera de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
“En este momento los industriales tienen el problema del agua, de que les están vendiendo el agua más cara, si se fomenta un desarrollo industrial y urbano mayor, van a demandar más de este recurso, el problema se tornará crítico porque habrá deficiencia del agua, llegará un momento en que el boom industrial se vea condicionado porque que no se está haciendo paralelamente una estructura normativa y organizacional para garantizar el agua a todos los sectores”, indicó el doctor Jiménez Hernández.
Mencionó que no se está haciendo paralelamente una estructura normativa y organizacional para garantizar el agua, realizar estos proyectos llevará 4, 5 o hasta 10 años, entonces el problema no va a esperar.
“Puede ser que incluso todo lo no se está moviendo en obras como la presa El Tamesí y plantas de tratamiento que no se están promoviendo, como la del Tamesí que está en el olvido, porque como que todavía no se detona un factor de necesidad crítico que diga si hay que hacerlo, pero realizarlo puede ser definitivo en el potencial de energético, ya que se puede dar el caso que digan los inversionistas aquí no hay, me voy a instalar mejor a Monterrey o a Tuxpan, o a otro lado, también por el agua, hay que ver eso, que no se está desarrollando infraestructura”, señaló.
Destacó que mientras se promueven aspectos, rubros importantes y determinantes en estas decisiones como lo es asegurar el agua, no se está garantizando el aspecto del abasto, un punto que se les olvidó a las autoridades tomar en cuenta, y que será determinante para toda la gente que se venga a vivir a esta zona.
“Si se promueve un crecimiento de la industria se genera automáticamente un incremento de la población y de vivienda y a su vez de servicios que va en paralelo, por lo que la recomendación es que se genere la infraestructura como la presa del Tamesí, que sirvan para garantizar el insumo del agua y que se promueva el tratamiento y el reciclamiento del agua, se necesita mejorar la tecnología en este rubro para minimizar el consumo, para que vaya paralelamente coordinado con normas y que no nada más de repente nos vamos a dar cuenta que ya no vamos a tener agua, ya cuando tengamos el problema encima”, puntualizó.
Se “perdieron” en la década de los 70
¿Y los proyectos hidráulicos?… En el olvido
E
n los años 70 se desarrolló un sistema de obras, presas, bordos de contención para desarrollar y tecnificar el riego, generación de energía eléctrica y control contra las inundaciones, que fueron dejados en el archivo de la Conagua.
Son 9 proyectos que integran toda la obra de infraestructura hidráulica planeada para hacer riego tecnificado y atender cultivos que sean más remunerativos, para que se deje de comprar materia prima de otros países, como se importa maíz y granos.
“Era un plan regional para el aprovechamiento de los ríos de la cuenca del río Pánuco, urgen las presas que están aguas arriba en la cuenca alta del Pánuco, se hablaba del sistema Pujal-Coy para controlar esas grandes avenidas en días de mucha lluvia que se siguen dando pero sin ningún aprovechamiento porque todo se descarga al mar, tristemente se van millones de metros cúbicos de agua por la falta de esa infraestructura que requiere la zona”, estimó José Luis de León Hurtado, coordinador de la Casa de la Naturaleza.
Si la demanda es mayor a lo que ahora se está garantizando a la propia industria, se vuelca la industria y se abren más petroquímicas que requieren de mayor agua.
“Tenemos que desarrollar en el campo mexicano sobre todo donde hay agua, el cultivo bajo riego tecnificado y qué mejor que a través de las grandes obras desarrollemos energía eléctrica para también abastecer a nuestra región y a la mitad del país con termoeléctricas”.
En el estado se podría tener una termoeléctrica con todo el caudal de agua, disponibilidad de agua lo hay, destacó el especialista.
En todos los afluentes, arroyos a través de un sistema de obras, resalta el sistema Pujal-Coy, que requiere plantear el control del río Coy y Pujal, en Valles, Tamazunchale, y el Tampaon, que son los afluentes que más agua arrojan al mar.
Todavía falta, ese plan fue concebido en los años 70, en el sexenio de Luis Echeverría, cuando se aplicaban todos los recursos del país para planear, construir y operar obras hidráulicas de gran envergadura, explicó.
La cuenca del río Pánuco tiene un escurrimiento anual de 19 mil 100 millones de metros cúbicos, son 85 mil km cuadrados.
Se tiran al mar cada año 13 mil 900 millones de metros cúbicos de agua sin uso por falta de infraestructura hidráulica, informó.
Son 11 municipios de Tamaulipas por los que atraviesa la cuenca baja del Pánuco, 20 de San Luis Potosí, y 17 de Veracruz, en total son 48 municipios de los tres estados. Desde el año 1955 al 2010 han sido afectadas 137 mil hectáreas por inundaciones en Tamaulipas y en los 3 estados suman 465 mil hectáreas. En el sistema lagunario de esta zona es de 42 mil 650 hectáreas y el volumen de captación es de 400 millones de metros cúbicos por hora y con las 9 obras que tienen estudios a diferente nivel se podría garantizar el abasto del agua.
Destaco que tan sólo en la presa del Tamesí se requerían para el proyecto ejecutivo 3 mil 256 millones de pesos hace 2 años, se habla de 6 mil millones de dólares en total con un tiempo de 2 a 3 años en realizarse.
Se requiere
un diagnóstico
“Tenemos que partir de reconocer las condiciones de salud que tiene nuestro sistema lagunario, a partir de un diagnóstico que identifique todos los factores negativos que están influyendo en la calidad del agua que tenemos hasta hoy en día y para reconocer esas condiciones de salud tenemos que involucrar a la industria a los empresarios, autoridades municipales, estatales y federales, ir a campo, hacer una inspección para evaluar las condiciones de salud a través de monitoreos, identificación de descargas urbanas, industriales, agroquímicas también porque en la cuenca media baja, se ha deforestado todas las márgenes del río Tamesí y de las reservas naturales ha habido una gran deforestación”.
Está impactando pero hay que hacer un diagnóstico con las fuerzas vivas los industriales, empresarios y lo que es también los colegios de investigación del CICATA, el Colegio de Posgrado, Facultad de Ingeniería y de todo los centros de investigación como asociaciones ambientales para armar un frente común e iniciar o elaborar un diagnóstico bajo un coordinador, porque si existen impactos hay que identificarlos y plantear alternativas para resolverlos y frenarlos, destacó.
Las propuestas
Una de las soluciones, señaló, es que el dique de la Comapa se puede sobreelevar, (el dique es un muro de 1.40 centímetros) al que si se le pone 20 centímetros con eso se puede almacenar en una superficie de 42 mil 750 hectáreas y va a tener mayor capacidad.
“Cuando se incremente el nivel del dique, tiene que conocer el área que va a afectar porque mucha gente que ahora vive en el río Tamesí que siembra en la ribera de arroyo y ríos tenemos que valorar lo que vamos a afectar, hacer un costo de las hectáreas, expropiar e indemnizar a todos los que resulten afectados”.
“Desde agricultores en ejidos y pequeños propietarios que se les tiene que pagar, con 20 centímetros más créame que podemos garantizar agua por otros 60 años. No es mucha inversión porque en la presa Tamesí el mayor obstáculo es la inversión, se hablaba de 6 mil millones de dólares», indicó.
Y hacerla sobre el sistema lagunario implica técnicamente hacer la cortina en suelos muy blandos y para que un muro retenga agua necesita hacer una geología y geotecnia que encuentren el fondo, porque en el sistema lagunario hay suelos blandos y armar una estructura de concreto para almacenar agua, si se rompe la cortina puede inundar Altamira y Tampico, si se construye mal.
“Claro que la presa el Tamesí almacenaría 2 mil millones de metros cúbicos, pero en el sistema lagunario hacer una cortina y cruzarla y son como 7 km de longitud de la cortina para desfogar arriba de Altamira a través de un canal vertedor”.
La presa Tamesí contempla regar 53 mil hectáreas, es buena y no, por reubicación de la gente eleva el costo de la obra, donde era el restaurante Arizona iba a pasar el canal vertedor hasta el mar.
Entre las 9 diferentes obras que se plantearon en los años 70´, está la presa del Chicayan, en Pánuco, una sobre elevación de la cortina que no opera correctamente por una falla técnica y no se permite que se llene por completo tiene que desfogar porque puede romperse la cortina.
Otra es la presa Pujal- Coi se haba de almacenar 4,225 de metros cúbicos,
Si se compara, se verá que esta presa almacenaría 4225 metros cúbicos que controlaría las agrandes avenidas que nos inundan a Tampico, Pánuco y todo el sector de la cuenca media Ebano, Tamuín Madero y Pueblo Viejo, seria para riego tecnificado de 258 mil hectáreas y generar energía, tendría tres funciones la del control de avenidas, el riego en cultivos y generar energía eléctrica, se quedó en archivo de la CNA.
En lugar del acueducto Pánuco-Monterrey hubieran hecho esta presa que cuesta mucho menos que el acueducto y atraviesa los ríos Tampaon, el Pujal-Coy, Tamuín y Valles y todo va dar al Pánuco, es un aprovechamiento de varios arroyos, dijo.
Ya que pegado a ciudad Valles y Tamasopo todo el año está escurriendo agua, es la de mejor calidad y es la que pretende llevarse Monterrey porque baja cristalina, aseguró que la presa sería una cortina que captaría esa agua y almacenarla, es una obra pendiente y es una bandera que deberían de enarbolar los gobernadores de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz y no el acueducto.
Otra es la presa Tanzabaca, del rio Calabozo, donde hay poblaciones que en tiempo de que no hay lluvia no tienen agua ni para tomar o beber, hay camiones de agua que van hasta allá a llevarles.
Por eso es urgente, estas obras que se plantearon desde los 70 para generar energía y prevenir.
“Si se suma toda la generación de energía eléctrica de la cuenca del rio Pánuco se puede surtir a casi a medio país con estas obras hidráulicas”.
Otras obras son las de Temamatla, con 20 mil hectáreas, y 16 mil kw para generar, y la Tanquian donde se proyectó una obra de riego para garantizar el abasto 75 mil hectáreas y generar 68 mil kw, es en la cuenca media alta y la corriente baja, el costo es de 25 mil millones de pesos que actualmente podría duplicarse.
“Tenemos que pensar a 100 años que va a pasar en la zona en 100 años, es tiempo para hacer diagnósticos y evaluar la disponibilidad del agua que vemos tristemente que se descarga al mar sin ningún provecho”.
Desde hace 6 años Altamira tiene un crecimiento poblacional de 300% anual por todas las viviendas que se estaban estableciendo a un ritmo acelerado, porque tiene terreno, y al rato van a llegar los centros comerciales de primer mundo y se va poblar más, ahora con la inversión de petroquímicas va llegar más gente que necesita colegios, viviendas y agua, y es solo el crecimiento urbano sino los efectos de los cambios climáticos, dijo.
“Hay tiempos de poca precipitación pero muy abundantes que nos inundan y deterioro de calidad de agua que debemos atender urgentemente, sedimentos, aguas negras, derrames industriales, deforestación aguas arriba del Tamesí y Guayalejo, hay quemas en la reserva del Cielo, donde se quemaron 400 hectáreas en la pasada administración estatal, todo eso provoca erosión y sedimento, en nuestra fábrica de agua”.
Propone IP diques y desalinizar el agua
El tema del agua es transcendente y algo que nunca debemos dejar de lado, aseguró Luis Apperti Llovet, presidente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas.
Reconoció que en la zona Sur de Tamaulipas se tiene una situación paradójica ya que se está rodeado de agua y sin embargo no se tiene suficiente.
“De hecho, hace un año en enero de 2014 tuvimos un cambio en la tarifa, por la nueva configuración de regiones que hace la Conagua para determinar el precio sobre las concesiones de agua de uso industrial, hay un gran cambio, basado en una fórmula que determina el valor que dependiendo de la cantidad de agua disponible del afluente, en este caso la cuenca del río Pánuco y resulta que tenemos un nivel de escasez similar al de Nuevo León”.
Explicó que al estar en una zona que pudiera ser una zona 4, la de mayor disponibilidad catalogaron a esta región en la zona 2, que es disponibilidad restringida y eso obviamente elevó muchísimo el precio del agua.
“Es una situación que nos pone en una falta de competitividad enorme para atraer inversiones, nosotros debemos tener mayor disponibilidad de agua y hay varias formas de lograrlo”.
La primera propuesta es con un proyecto de dimensiones muy ambiciosas como es el proyecto de la presa del Tamesí, un segundo proyecto, al que ven muy viable, es el incrementar los bordos y los diques, lo que daría un mayor espejo de agua en todo el sistema lagunario que proporcionaría una reserva de muchos años de agua disponible, no sólo para consumo humano sino para la industria.
Dijo que una tercer propuesta que también considera factible es una desalinizadora, debido a que en el mundo hay tecnología para lograrlo.
“De hecho la empresa que represento (MG & Polímeros) en Corpus Christi donde estamos instalando una planta desalinizadora de agua con una inversión no muy cuantiosa para lo que representa, que nos dará 9 millones de galones, algo que la ciudad lo está viendo como una enorme alternativa, porque dejamos de usar agua que puede destinarse para consumo humano y usamos agua industrial a partir de desalinización, es una obra que está autorizada”, indicó.
Mencionó que la disponibilidad de tecnología permite que el costo por metro cúbico en la desalinización sea muy competitivo contra otras fuentes de abastecimiento.
Es decir, que ya no es tan caro y la ventaja que hay en Estados Unidos es el costo de la energía eléctrica, ya que se requiere para el bombeo.
La energía eléctrica industrial en Estados Unidos cuesta la mitad de lo que cuesta en México, destacó que es un aliciente, el hecho de que el metro cúbico de agua desalinizada cueste un poco menos o igual que un metro cúbico de agua urbana.
“Es viable una planta desalinizadora sobre todo para empresas que no sean grandes consumidores, nosotros no consumimos mucha agua comparados con otros procesos industriales y por eso pensamos que es viable”.
Pensando en el futuro en mayor arribo de inversionistas y actividad en el tema energético es importante prever que necesitamos crecer en disponibilidad de agua, y esa disponibilidad se tiene que dar a partir de infraestructura, dijo.
“En lo personal creo que la obra más sencilla es la de los diques, porque no es una inversión muy cuantiosa y si hay una respuesta inmediata a un mayor espejo de agua y tampoco tiene un impacto ecológico, una presa requiere de una inversión muy grande y necesita de muchas otras implicaciones, cultivos, gente y desplazamientos de mucho más tiempo probablemente y como hemos platicado alguna vez de las soluciones con respecto a los combustibles fósiles, no hay una solución específica es la mezcla de varias”.
Estimó que se necesita incrementar los diques por un lado y por otro lado aumentar el tratamiento de aguas residuales, para que del 100% de aguas negras se trate y se reutilice, también se puede explorar la desalinización.




