TAMPICO, Tamaulipas.- Una araña de metal que más bien parece un escarabajo está sujeta en el lado izquierdo del pecho de Mercedes del Carmen. La única mujer de los 8 hijos de la familia Guillén Vicente ha regresado a Tampico, para desde su casa mirar al país, a su cuidad natal y a sí misma. Esta mañana ‘Paloma’, como es mejor conocida, otorga a Expreso una entrevista donde recuerda sus inicios en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Reflexiona sobre la transición política del país, el papel de la mujer y de los jóvenes en el presente mexicano.
“Lo que quiero durante el tiempo que esté viva, es que todas mis vivencias me hagan ser más humano, porque en la medida en que eres más humano, eres mejor político”, asegura ‘Paloma’ sobre el vínculo de su carrera profesional y su vida personal. Acostumbrada a debatir en el seno de una familia liberal, Mercedes del Carmen Guillén confía que el gobierno de México saldrá adelante, siempre y cuando, la sociedad civil haga la parte que le corresponde para superar los problemas del país.
Le han cuestionado mucho la década de residir fuera de Tampico.
En primer lugar es una pregunta que sé que me tienen que hacer, pero no es una pregunta políticamente correcta, desde mi punto de vista, porque yo vengo de una familia de gran arraigo. Yo nací aquí. Estudié mi carrera aquí, soy orgullosamente egresada con 9.8 de promedio de la licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Aquí me casé. Aquí nacieron mis hijos. Mis papás aquí hicieron su vida y yo aquí tengo mis primeras nietas. Yo no he dejado de venir a Tampico. La gente que me conoce sabe que no he dejado nunca de venir, he tenido una presencia constante y sí he visto el cambio de Tampico.
Tampico se ha transformado, por ejemplo, en seguridad.
En el Tampico que crecí podía andar hasta las dos o tres de la mañana sin ningún problema; uno no cerraba las puertas de la casa con llave; los amigos entrábamos y salíamos. Ese recuerdo lo traigo fijo en mi mente. Lo traigo fijo para hacer o intentar hacer dentro de donde pueda, algo para regresar a lo que estaba. Tan he hecho algo por Tampico que mi ex jefe (Miguel Ángel Osorio Chong) estuvo en varias ocasiones aquí. Hay un cambio de hace 2 años o menos tiempo, en donde era un campo de batalla. Llegaba a la casa y mis nietas tenían que tirarse al suelo, porque por el ‘rol’ (Paseo Bellavista) se oían los balazos. Entonces sí estoy consciente del cambio.
¿Por qué regresar a Tamaulipas en un momento como éste?
Esta es una reflexión no sólo personal, sino de un equipo. En lo personal, intenté ser candidata a diputada en la 61 Legislatura, pero no se dieron las condiciones. Llegó Pepe Rábago, que es un gran amigo mío. Yo entro por la plurinominal. Esta vez no quise ir a la plurinominal, ni siquiera levanté la mano para decirle a los muchos amigos que tengo en la Ciudad de México. Yo volví y le dije a mi jefe, déjeme intentar competir por mi estado, por mi Tampico; regresé por opción personal. Yo he trabajado en otras partes, pero mi casa es ésta. Yo aquí vivo y aquí me enterraron el ombligo.
En la política ha visto la transición del PRI gobierno al oposición y de nuevo al poder. ¿Cuál es la reflexión de ese movimiento?
He visto toda la transición. Yo no me he movido del partido y he estado en dirigencias durante mucho tiempo. Veo un partido, en este momento, lleno de jóvenes. El partido en México y en Tamaulipas lo veo echado pa’ delante. A nosotros cuando éramos jóvenes no nos dejaban entrar, ahora se ve una gran movilidad y entreveración de generaciones que lo ha enriquecido. El PRI aprendió, aprendimos, de los muchos excesos; las faltas que la ciudadanía cobró.
En ese PRI conoció a Joaquín Contreras Cantú.
Joaquín Contreras fue mi maestro de Procesal Civil, y presidente del partido cuando yo ingreso por primera vez como candidata. Yo ya estaba en el movimiento juvenil porque fui representante a los 18 años en una casilla. Le debo mucho a él y al doctor Martínez Manautou, el que hayan visto algo en mí. Yo estaba dando clases en el Instituto Cultural, en la escuela Jesuita de Tampico, y de asesora jurídica de un banco. Realmente no había volteado, cuando Joaquín me ve algo.
¿Cómo recuerda su ingreso a la política electoral?
En ese momento ni las mujeres aparecíamos. Yo entro a un distrito de nueva creación que fue el 15. Creo que precisamente porque era mujer joven y no tenía ningún compromiso de los que se daban en ese tiempo, gané muy bien. Creo que esas visiones que pudieron haber tenido esos grandes tamaulipecos; esa visión de darle la oportunidad a la mujer joven profesionista y que además me hayan escogido por algo muy sencillo, que tenía buenas calificaciones.
En el presente, los diputados y senadores son las puestos políticos peor vistos por la sociedad.
Lamento mucho esa calificación. También sé porqué es. El “sólo” trabajar por dos períodos de sesiones; que sólo se vea hacia afuera el trabajo de las sesiones, en lugar de verse también el trabajo de comisiones. Al Poder Legislativo nos ha faltado explicar mejor qué es lo que se hace. Creo que la actual Cámara de Diputados y la de Senadores ha sido una muestra de lo que se puede hacer. El país se está moviendo, ahora sí que parece un temblor, precisamente por las reformas, porque el Presidente de la República está intentando mover a México.
Aparentemente los políticos jóvenes no estudian como debieran para un cargo público. ¿No le parece?
Lo que les pido a los jóvenes siempre que llego, siempre tengo jóvenes a mi lado, es que se preparen. No se debe estar en la política sin preparación constante. Por ejemplo, lo que pasó con Sergio Mayer. Él está atento al tema de las actas de nacimiento y luego que la gente que está abajo no lo deje entrar, volteas y le dices: ¡hay que leer!, porque Sergio Mayer no sólo es el de la película ‘La Dictadura Perfecta’, es una gente que está peleando por el derecho a la identidad de los mexicanos. Entonces volteas y dices: sí estás joven, pero tienes una responsabilidad, que es saber qué está pasando en el mundo, no solamente en el académico, sino de todo tipo.
¿Ha avanzado la mujer en la política?
Mis mismas compañeras me atacan de liberal, respecto al papel de la mujer en la política. Siempre he sostenido que el talento está por arriba del género. Siempre les he dicho que por qué el 50 por ciento y no el 100 por ciento; el 50 por ciento también es un techo. De alguna manera teníamos que llegar, a lo mejor a fuerza como estamos entrando. El ingreso, la participación y la visión de la mujer, que es diferente y complementario al hombre, ha nutrido la vida de todas partes. Creo en la igualdad, que estamos en el mismo mundo, aquí vamos a seguir y los hombres vienen de una mujer.
¿Cuáles considera que son sus principales logros en la subsecretaria de Migración, Población y Asuntos Religiosos?
Uno es Somos Mexicanos, que atiende la problemática de la repatriación en la frontera norte. Dos es Frontera Sur, que es una nueva visión de Guatemala, Honduras y El Salvador, en el sentido de que abrí tarjetas de visitante regional, y, por instrucciones precisas del Presidente, no dejamos subir a nadie más al tren La Bestia. Se logró cambiar el tema, porque ya no se ve en la primera plana de nota roja. La tercera cosa que me enorgullece es el lograr que todos los registros civiles del país se interconectaran. Que si estoy en la Ciudad de México pueda ir a Iztapalapa y sacar mi acta de nacimiento de Tampico. Antes una señora que tenía 80 años debía subir a un camión para ir a Michoacán para sacar su acta de nacimiento.
¿Cómo ve el presente y futuro de Tamaulipas?
Veo a Tamaulipas más tranquilo. Lo veo muy cambiado. Antes era muy complicado venir y que te dijera toda la gente que no podían ir a McAllen, Texas. Tamaulipas es de nosotros, no es de los malos. Lo he visto en sus peores momentos y ahora hay un gran cambio. No estamos al cien por ciento, pero estamos enfilados para eso. Veo a un Tamaulipas impresionantemente poderoso desde el punto de vista económico nacional, con la reforma energética. Estados Unidos, con quien yo tenía mucha relación desde mi puesto, lo ve muy bien. El subsecretario Alan Bersin me dijo que la reforma energética si tuviera un nombre se llamaría Tamaulipas. Entonces paso indiscutible para llegar a la reforma es la seguridad. Nadie va a venir a invertir todavía, pero sí se ve mucho movimiento.
Los últimos 5 meses del año pasado fueron una sacudida para el presidente Peña Nieto ¿Qué cree que suceda con el segundo trienio del mandato?
Veo a un presidente, y lo vi hace poco, fuerte, optimista y trabajando. Todo esto está en un gabinete que tiene una gran experiencia, en un equipo cercano al Presidente que tiene una gran experiencia. Conozco a Miguel Ángel Osorio, a Luis Videgaray, a Aurelio Nuño, al Presidente. Ayotzinapa nos dejó una herida, como nos han dejado otras tragedias en México que dejará cicatriz, pero es algo que nos tiene que hacer seguir adelante. Estoy convencida de que estamos en buenas manos, de que fue un mal momento. Yo tampoco hubiera querido que se me muriera mi esposo, mi mamá, mi papá, ni nada. Las cosas pasan y lo que se trata es ver cómo salimos. Las cosas van a seguir pasando, pero en la actitud, en echarte pa’ delante y el saber que sigue algo, es lo que nos debe empujar a todos. El trabajo es de todos, él (presidente Peña Nieto) va a hacer su parte, pero los demás tenemos que hacer la nuestra.
