BOLIVIA.- Ataviado como un emperador inca, el presidente boliviano Evo Morales juró este miércoles para su tercer mandato al frente de Bolivia, en una ceremonia ritual andina en la ciudadela arqueológica de Tiwanaku; un día antes de iniciar oficialmente el nuevo periodo.
Morales caminó por el templo de Kalasasaya y por la pirámide de Akapana donde los antiguos tiwanacotas ofrendaban y observaban los astros, mientras los amautas rociaban sahumerios para despejar las energías negativas y atraer las positivas.
El mandatario regó la tierra con alcohol y en una hoguera atizó ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) alzando las manos al sol para recibir nuevas energías del cosmos.
Al finalizar se encomendó a los dioses andinos, la «sagrada hoja de coca» y los nevados cercanos y dijo en su discurso que busca recuperar valores de sus ancestros como la armonía y el equilibrio para «combinarlos con lo mejor de la modernidad para impulsar el desarrollo sin dañar a la Pachamama».
«Hay que parar esta loca carrera de destrucción del planeta. Si seguimos viviendo con tantos carros será necesario otro planeta como la Tierra sólo para estacionarlos», señaló.
Antropólogos y ambientalistas lo han criticado por utilizar con fines políticos la simbología de la cultura andina y por alentar las industrias extractivas gasífera y minería de las que depende Bolivia
El jueves 22 de enero, Morales jurará en la Asamblea Legislativa antes los legisladores y varios presidentes invitados, entre ellos Nicolás Maduro de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador. En la ocasión lucirá un traje occidental de diseño exclusivo con bordados andinos, como suele vestir habitualmente.