Sin decir agua va, el viernes Tatá avisó a la directiva de Correcaminos que había un equipo en el otro extremo del mundo que requería sus servicios, hizo las maletas, alzó el vuelo y se fue.
Jonatas Goncalves Silva duró 33 días en Ciudad Victoria, debutó con un gol frente a Zacatecas, jugó contra Zacatepec y frente a Coras después de 45 minutos en la cancha dejó su lugar a ‘Eddigol’ y después dijo adeus.
El jugador brasileño que fue considerado uno de los mejores refuerzos para la presente campaña, prácticamente en el papel el único fichaje bomba realizado por la directiva naranja, actuó de una forma que para muchos puede ser cuestionable, aunque no sea prohibida; encontró quien le pagara mejor y se fue.
Aún y cuando ese mejor postor esté del otro lado del mundo, aún y cuando haya un compromiso hecho como profesional, de palabra y legal con una institución, Tatá se fue.
Ojalá que no se convierta en problema, porque de ser estrictos y apegados a lo legal, el brasileño partió sin haber resuelto el pago de la cláusula por rescisión de contrato, mismo que la directiva del ave confía se realice el día de hoy y que para ser sinceros es por una cantidad irrisoria.
Yo no sé si nunca pensaron que esta situación se pudiera dar, pero 60 mil dólares es el pago que se tendrá que realizar a Correcaminos por no haber cumplido con el contrato; si esa es la cláusula de rescisión, no me quiero imaginar por cuánto dinero vino, a cuánto ascendió la transacción de su pase al equipo emplumado, pues creo que por lógica una cláusula así deber ser mas alta, mucho más, que por la cual se le contrató.
Ahora viene lo bueno, encontrar en una semana un jugador que refuerce al ave, Aguinaga sabe bien que no necesita tanto un delantero, que con la capacidad y el juego que han demostrado ‘Eddigol’ y Cortés el colombiano, requiere una saeta, un volador por la banda y de ser por la izquierda mucho mejor pues es el talón de Aquiles de la UAT. Yo no sé si 60 mil dólares alcancen para convencerlo… pero la lucha deben hacer.




