6 diciembre, 2025

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Pagó Pemex 314 mdp por equipo chafa

Un catalizador adquirido en 2010 para la refinería Madero, afectó la producción de gasolina y provocó pérdidas por casi 2 millones de dólares. Pemex no reclamó al proveedor

TAMPICO, Tamaulipas.- La Gerencia de Recursos Materiales de Petróleos Mexicanos (Pemex) Refinación compró un catalizador para la refinación de gasolinas en la refinería “Francisco I. Madero”, por 314 millones 701 mil 623 pesos, que resultó deficiente. A pesar de la falla, la entonces paraestatal no rescindió el contrato, ni reclamaron la garantía a la empresa proveedora Catalizadores Salh-Mon, S.A. de C.V., informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En 2010, el gerente de Recursos Materiales de Pemex, Rafael López Tinajero, y el sugerente de contratación para producción, Felipe Reyes Díaz, lanzaron la licitación pública internacional número 18576057-005- 09. A poco días de la publicación, extrañamente el titular de la gerencia recortó el plazo para la presentación de propuestas. Ahí comenzaría uno de los daños económicos más fuertes por baja de producción en el complejo maderense.

De acuerdo al documento, el contrato número 4600015394 se firmó por la adquisición de Catalizador de Desintegración Catalítica en Lecho Fluidizado y Soporte Técnico para las Plantas FCC1 y FCC2. Con el nuevo aparato se pronosticó un rendimiento del 71.1 por ciento y 71.2 por ciento, respectivamente en cada planta productora de gasolinas. Sin embargo, la productividad tan sólo fue de 56.6 por ciento y 58.9 por ciento.

“…el porcentaje de conversión a gasolina fue menor al pactado en el contrato lo que significó un daño y perjuicio anual de 156,804.0 miles de dólares que al tipo de cambio de 12.3571 peso/dólar señalado en los indicadores financieros para 2010 resulta un importe igual a 1,937,643.0 miles de pesos, toda vez que calculando la rentabilidad del catalizador de acuerdo a los parámetros del concurso y comparándola contra la presentada por el proveedor, arroja una diferencia de 15.5 dólares americanos en la planta FCC1 y 13.1 dólares americanos en la planta FCC2 por cada mil barriles procesados”, describe el informe federal entregado al Congreso de la Unión.

En el proceso de investigación, el superintendente general de Operación de la refinería, Eduardo Mendoza Sánchez, argumentó que no había falla en el catalizador. Precisó, mediante un informe de la Unidad de Gestión de Producción, que las diferencias en los rendimientos de gasolina mencionados en el contrato eran con una temperatura de 221 grados centígrados. Puntualizó que los rendimientos paralasplantasFCC1yFCC2erande58.3 por ciento y 60.3 por ciento, respectivamente. Aún así ninguna cumplía con lo pronósticos de Pemex Refinación y lo estipulado en el contrato de compra.

Para medir el daño, el informe de la ASF acudió al Sistema de Inactividades y Contingencias en plantas de proceso SINAC que registró operaciones de 313 días en la FCC1 y 245 días en la FCC2. Los datos se promediaron en 279 días laborados. La producción diaria (en miles de barriles) se cerró en 24 mil 449 barriles. Las pérdidas se calcularon bajo el costo de 85 dólares por barril de gasolina, según el catálogo anual de precios. Es decir, aproximadamente 2 millones 078 mil 165 dólares.

Aunado a esta falla en el catalizador se sumó el descubrimiento de que las plantas BA, Maya e Hidrodesulfuradora de gasóleos que suministraban otros productos vitales para el proceso de las unidades FCC1 y FCC2, también estaban averiadas. Por ello, la Superintendencia pidió apoyo externo de gasóleo transportado por buque tanque para cumplir con los niveles mínimos de producción. No obstante, evitó alarmar a Pemex Refinación sobre el estado de la infraestructura refinadora.

En primera instancia el conjunto de irregularidades en la producción que brotaron por la compra del catalizador a Salh-Mon, S.A. de C.V. se calculó por 156 mil 804 dólares. Sin embargo, se aceptaron los argumentos de la refinería y se redujo a 138 mil 881 dólares. La Gerencia de Recursos Materiales admitió la baja en los rendimientos y el incumplimiento con la cláusula trigésima del contrato que enuncia que “El desempeño del catalizador deberá cumplir con las condiciones ofertadas” y que “De no darse esta condición el proveedor deberá ajustar las características del catalizador, sin costo adicional.

Pese a aceptar las anomalías, Pemex Refinación se negó a aplicar la cláusula décimo novena del contrato 4600015394, que le permitía rescindir el contrato. El gerente general de la refinería, José Dolores Núñez Martínez, junto con el superintendente Mendoza Sánchez, sobrellevaron la grave afectación sin hacer declaraciones.

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