6 diciembre, 2025

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El carnaval

Llera… siempre es noticia

Según la fecha registrada para este año inicia el 15 de febrero, lo que quiere decir que sólo faltan once días para que los pueblos se vean inmersos en esta tradición que viene desde la antigüedad y fuera traída a México por los españoles, razón por la cual la autoridad municipal, que encabeza Pablo Valadez Hernández, se prepara para celebrarla en grande, que según tengo entendido está invitando a los centros escolares como a la población civil para que participen en ella con su alegría, entusiasmo, disfraces y carros alegóricos, pues deben saber nuestros lectores que el carnaval es un antigua fiesta pagana que duraba cuarenta días dedicados a honrar a Baco, dios del vino y la diversión, pero los españoles a su llegada al nuevo continente decidieron incorporar ciertos aspectos paganos a la cultura hispana, convirtiendo la cuaresma en días de regocijo y abandono. El propósito, no me queda la menor duda, era para mantener un control sobre los nativos y hacer de esta celebración una festividad religiosa.

Pues bien, traigo a colación lo anterior porque allá durante mi niñez y juventud la autoridad en turno de mi pueblo celebraba esta fiesta y para el caso se realizaban bailes populares destacando sobre todo un concurso de belleza donde se elegía a la reina del Carnaval, misma que presidía todas las fiestas y en las que generalmente participaban una guapa señorita que representaba al medio rural y otra a la cabecera municipal.

Para esto el Ayuntamiento en turno designaba un comité que era integrado por los notables del pueblo y cada vez que esto ocurría se organizaban bailes frente a la Presidencia Municipal donde el señor don Rafael Paz era el animador y a la vez cumplía la importante tarea de animar a la gente para que cooperara a favor de la candidata a reina de su preferencia y hacerla ganar, donativos que servían para realizar una obra social que por lo general eran destinados para respaldar la educación, mejorar la plaza o cubrir la limpieza del pueblo, pues el presupuesto municipal era muy pequeño que no alcanzaba para gran cosa, siendo así como Llera, en aquellos años, logró tener alumbrado público gracias a la adquisición de una planta de luz que iluminaba principalmente la plaza y las calles de su alrededor.

El pueblo en aquellos años de las décadas de los cuarenta y cincuenta contaba con un quiosco, así se le llamaba entonces, a una rotonda de diez metros de diámetro y uno de altura con techo de lámina donde se realizaban bailes y reinados, los músicos llegaba de Ciudad Victoria en un autobús al que se le llamaba “el rojo», porque así era su color, y hacía su travesía de la Ciudad capital a mi pueblo en horarios de ocho de la mañana y cuatro de la tarde, después llegaron “los azules” hasta que con el correr de los años el transporte de modernizó gracias al señor Osuna.

Hoy he querido traer al recuerdo esta historia para que los habitantes del Llera de mis amores rescaten estos viejos tiempos, cuando la gente se esmeraba en cooperar con la autoridad municipal en turno y que gracias a esa participación el Ombligo de Tamaulipas fue creciendo hasta convertirlo en lo que hoy es, pero también para que hoy que estamos en vísperas de celebrar el Carnaval de este año, la gente tome parte en estas actividades carnavalescas con alegría y entusiasmo, y si por ahí le sobra tiempo y dinero no olviden todos mis paisanos, incluyéndome yo, que aunque sea un poquito pero algo le debemos regresar al pueblo donde vivimos, mismo que nos ha visto crecer y progresar.

HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.

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