Los hechos recientes, el mantenimiento de los enfrentamientos en territorio tamaulipeco conducen a cuestionar las medidas para evitarlos, la estrategia que no termina de cuajar y los pronósticos que se pueden hacer en este momento para las elecciones que resultan nada halagüeños.
La mezcla peligrosa de elecciones e inseguridad ha permanecido en la entidad desde el 2010 en que se dejó sentir con más fuerza, y que ha provocado el asesinato de candidatos, autoridades constituidas, diputados, ex alcaldes, la lista va haciéndose cada vez mayor y la ola sigue y sigue sin poderla frenar.
Sinceramente la cercanía de las elecciones del 7 de junio ponen a temblar, aunque los candidatos se armen de valor y digan no tener miedo, el acecho del peligro está ahí presente.
Y hasta ahora, como ocurre con el cierre de planteles educativos de educación superior, las autoridades de los tres niveles omiten dar una respuesta satisfactoria, pareciera que piensan que no hablar de los acontecimientos los minimiza, y es al contrario, la sensación de inseguridad se hace más fuerte, aunque los ciudadanos y ciudadanas decidan seguir con su vida “normal”, siempre está el temor presente al momento de ir a trabajar, de llevar a sus hijos a la escuela, de salir de compras.
Si al gobierno federal le preocupan las elecciones en Guerrero, también debería estar preocupado por las elecciones en Tamaulipas, y hasta ahora nada se ha dicho al respecto.
En estos momentos polvorín es sinónimo de Tamaulipas.
VIOLAN DERECHOS HUMANOS EN LA CODHET
“El aumento de la gasolina, de los productos de la canasta básica, el pago de medicinas, de cuotas escolares y demás gastos necesarios en la vida, que afectan y empobrecen a nuestra sociedad, parece no importarle al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado; quienes laboramos en esta loable institución, hasta el día de hoy, no hemos recibido el pago íntegro de nuestro salario que corresponde a la segunda quincena del mes de enero, en una flagrante violación a nuestros derechos humanos, con conocimiento que el salario es un derecho humano de acuerdo con el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, esto es un párrafo de un correo electrónico enviado por una persona que labora en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas.
Explica asimismo que quienes se atreven a reclamar sus sueldos son amedrentados por sus jefes, sin que la contraloría interna intervenga para frenar el abuso.
También se queja de que la llegada del nuevo presidente a la Comisión estatal ha provocado que nuevo personal se incorpore y no se respete el escalafón para ascensos.
Si esto está sucediendo en esa dependencia que se supone está para proteger los derechos humanos de los tamaulipecos tendría primero que velar porque este principio se respete dentro de la propia institución.
Aquí hay una tarea para el nuevo presidente de la Codhet, a ver si aplica la frase “el buen juez por su casa empieza”.
VIRGILIO EL CONFLICTUADO
En relación al nombramiento del nuevo secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, varios especialistas en materia de transparencia y rendición de cuentas han dicho algo al respecto, esta opinión es de Mauricio Merino, coordinador de la Red por la Rendición de Cuentas:
“Bajo la actual jurisdicción al presidente sólo se le puede juzgar por traición a la patria y por delitos graves del orden común, no por conflicto de interés por lo que “no es necesario simular” el trabajo de investigación.
“Por supuesto que la investigación que arrojará Virgilio Andrade va a decir que no hay responsabilidad alguna del presidente. Yo le puedo dar una orden a un subordinado mío si fuera yo secretario de estado para que le asigne un contrato a mi cuate y en la medida en que yo no participe sin el subordinado, no hay conflicto de interés, así de absurda es nuestra legislación” dijo en entrevista con Animal Político.
Lo que no está a discusión es el conflicto de interés en el que está el propio Virgilio Andrade, porque si lo puso Peña Nieto, no le va a dar catorrazos al jefe por andar negociando contratos ayudado de subalternos, para que no se note que metió la mano directamente. Ahí sí que hay conflicto de interés del nuevo funcionario federal, porque, o cumple con su responsabilidad, o cuida su chamba.
Ahora conocemos los casos en que aparecen tanto Enrique Peña, como Luis Videgaray y Angélica Rivera, mas los que se les sumen, porque si nos ponemos a averiguar quiénes han estado en conflicto de interés la lista, seguro, es interminable.
Y eso sin irnos a los gobiernos estatales y municipales, esta práctica lamentablemente es mucho más común de lo que se piensa, y profundamente lesiva porque se afecta directamente el bienestar de la población.
NO FUE RECLAMO
Y por último, respecto a la frase pronunciada por Enrique Peña Nieto «ya sé que no aplauden», dicen que estaba dirigida a uno de sus subalternos quien le indicó que no esperara aplausos, porque no estaban en el orden del programa, algo que se supone, ya sabían los asistentes al evento.
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