El fútbol de Correcaminos, ese mismo fútbol que el técnico del equipo de la UAT le gusta practicar y que ahora que se vuelve a perder explica el motivo: “Simplemente no nos sonríe”. Raquítico, es el calificativo que me atrevería a utilizar si existe la necesidad de exponer mi definición del mismo.
Hoy a cinco jornadas de liga y dos partidos de copa, se confirma mi teoría que en este mismo espacio le expuse cuando le armaron un equipo plagado de jugadores de condiciones ofensivas como los solicitó el técnico ecuatoriano. ¿Para qué un equipo tan ofensivo cuando el estilo de juego es tan conservador?.
Echemos cuentas: son 7 delanteros los que tiene Aguinaga para echar mano, súmele a Lalo Gallegos que viene haciendo bien las cosas en la CopaMx.
Ahora, Pablo Arzú debutó este viernes después de cuatro días de trabajar con el equipo y cinco de que llegó a Ciudad Victoria, según los colegas hondureños es un extremo derecho, pero “a la desesperada” como lo reconoció Aguinaga, entró como un volante por izquierda.
¿Cómo va a integrarse un extremo en un sistema que no juega con extremos?, el cambio a línea de cuatro al fondo terminó por afectar y fue cuando vino el gol de Lobos, por lo que estoy seguro que no puede haber experimentos ni en sistemas ni en el once titular cuando ya estamos llegando a la mitad del torneo.
En lo que se define si son peras o son manzanas, ni el fútbol de Correcaminos ha podido atraer gente al estadio y la inversión se va por la borda pues nadie ha decidido tomar el toro por los cuernos y aplicar una campaña que lleve la gente a las tribunas y los apapache, pues la LigaMX anunció que la entrada para el Corre-Lobos fue la peor de la jornada con apenas 2872 aficionados, la mejor fue de Mineros frente Altamira, que casi la triplica. Se nos hunde el Titanic.




