6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Ceden sus tierras por falta de dinero

Entre un 50 y un 70 por ciento de las tierras ejidales están rentadas; campesinos culpan a la falta de recursos y la ineficacia de programas de gobierno, que casi siempre llegan tarde

EL MANTE, Tamaulipas.- Organizaciones de campesinos y autoridades municipales, estimaron que más de la mitad de las tierras ejidales, están en manos de «nuevos campesinos», ya que para los ejidatarios originales, trabajar sus parcelas es una carga difícil de llevar, debido a las múltiples adversidades que enfrentan.

Arnulfo Rodríguez Ibarra, integrante del Comité Municipal Campesino y regidor comisionado en Desarrollo Agropecuario, afirma que las adversidades que enfrenta en la última década el campo mexicano y que se agravan en cada ciclo de siembra, han hecho que muchos ejidatarios desistan de seguir trabajando la tierra.

Afirma que en la comunidad de la que él forma parte –El Triunfo 2–, podrían ser hasta un 70 por ciento de los más de 280 ejidatarios que conforman el padrón, los que hayan decidido vender o rentar en la mayoría de los casos sus terrenos, al no poder seguir costeando el hecho de hacerlos producir.

«Hay en nuestros ejidos personas con pérdidas consecutivas de dos o tres años y al ver muy difícil la posibilidad de recuperarse, mejor rentan sus tierras la mayoría, pero hay también quienes venden al no tener capacidad para seguir sembrando, cada vez son más», dijo.

Aseguró que la tardanza en la llegada de apoyos es un factor que influye para que los originales campesinos terminen abandonando sus tierras, para rentarlas a personas que sí cuentan con los recursos para aguantar la tardanza en la llegada de apoyos y los bajos precios que enfrentan las cosechas a últimas fechas.

«El tiempo de espera de los apoyos nos afecta demasiado, por ejemplo hace tres meses trillamos la soya, ahorita apenas estamos con el registro para recibir el apoyo y seguramente van a tardar otros tres meses en llegar y eso es lo que nos daña, porque para esas fechas ya estamos haciendo otro gasto para sembrar otro cultivo y todavía no recuperamos lo de la siembra anterior», dijo.

Añadió que a esto, se suma la incapacidad de los campesinos por obtener créditos, ya que estos vienen todavía con intereses altos y bajo esa situación, el financiamiento para avío, está restringido.

«A esto hay que agregarle el burocratismo que sigue experimentando el campo, por ejemplo en Proagro Productivo nos dan poco, nos llega desfasado y excesivamente requisitoso, comprobar cada peso gastado y para eso tenemos incluso que pagar un contador».

Y en la zona cañera dejan de sembrar

Pero la situación de crisis económica generalizada que se vive en cada parcela de El Mante, un municipio con más de 120 ejidos, ha hecho que en la llamada zona cañera, se produzca cada vez menos.

De acuerdo a datos de la Asociación de Cañeros CNPR de El Mante, en los últimos tres años la producción de caña ha disminuido hasta en un 25 por ciento, pasando de cosecharse un millón de toneladas, a solo 750 mil.

Esto, de acuerdo al líder Juan Torres, es una situación alarmante pues el ingenio requiere cada vez más producto y en el campo en contraparte, cada vez hay menos.
Asegura que el fenómeno de la renta de tierras se da, pero como se ha hablado mucho del hecho de que la caña ha dejado de ser negocio, hay muchas personas que ya ni rentadas las quieren.

«Aquí la gente ha dejado de sembrar y ahorita en lo que estamos pensando es en cómo hacerle para que estas personas vuelvan a sembrar, pero tenemos que hacerlo porque la industria requiere de una mayor producción», dijo.

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