CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Alex Darío Aguinaga Garzón, hizo algo que los demás técnicos de Correcaminos no han hecho cuando son despedidos; el ecuatoriano acudió al Centro de Formación del equipo a despedirse de los que integran la institución, tanto del plantel como del personal administrativo y de apoyo.
Al filo de las 8:45 horas el estratega llegó en su automóvil color granada, junto a él su auxiliar Gerardo Esquivel y Juan Pablo Rodríguez, quien fue el preparador físico de la institución.
Sonriente y saludando a todos llegó el estratega de la UAT, al paso de los minutos salió con una maleta abrió la cajuela de su vehículo y la guardó junto con algunas otras pertenencias, siempre lo dijo “Yo tengo ya mi maleta hecha desde que llegué”.
Posterior a eso, Alex Aguinaga regresó con los jugadores, los comenzó a saludar uno a uno, también a sus demás auxiliares como “El pato” de la Torre, a los utileros “El Chivo” y “El pitufo” además de el incansable “Cuchillo”, que tiene ya muchos años en Correcaminos.
Alex Aguinaga se fue con la frente en alto, aunque por la puerta de atrás; sin disputa de por medio con la afición, como cuando se van los demás entrenadores, aunque tampoco fue el santo de devoción de todos los que siguen al cuadro naranja.
Tras el saludo con Francisco Filizola, presidente del equipo, se encerraron en la “casa naranja” en donde estuvo por espacio de 20 minutos con quienes fueron sus jugadores, compañeros y amigos.
Después de un rato salió, se despidió de Manuel Campo y de los demás trabajadores, un fuerte abrazo se dio con la cocinera del equipo y emprendió la caminata, no sin antes charlar e intercambiar números telefónicos con Jorge Urbina; siempre respetuoso, atento y con un temple tranquilo, Alex Aguinaga vio por última vez el Centro de Formación en donde estuvo por espacio de cinco meses.
Caminó tranquilo hasta su vehículo, en su caminata levantó la cara ante la prensa y dijo: “Hasta luego Señores”; su camisa gris y pantalón oscuro se perdieron en el brillante color rojo granada de su vehículo Chevrolet Cruze, con placas del Distrito Federal.
Esperó algunos minutos para que Esquivel abordara el vehículo hasta que el último pasajero subió, así emprendió su viaje a destino desconocido.
Así, Alex Darío Aguinaga dejó el Centro de Formación, así se fue el estratega ecuatoriano que quiso ascender a Correcaminos pero tampoco pudo, así se fue otro técnico más en la historia del plantel naranja.
