6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Laberintos del poder

La lección

Laberintos del poder

Para quienes sólo perciben matices oscuros en el escenario tamaulipeco, ayer, una visión externa sobre nuestro Estado nos dio a quienes en estas latitudes vivimos, una lección.

Una lección de confianza.

Resulta paradójico que fuera de esta geografía exista mayor fe en el desarrollo de nuestro Estado que la exhibida por muchos de nosotros, en fiel apego a la certeza de que si bien lo bueno no dura para siempre, lo malo también tiene un final. Cuestión de enfoques, como asentaba el lema de un desaparecido diario de circulación nacional.

Lo anterior viene al caso por lo señalado este martes pasado en Altamira, por el Presidente de la empresa venezolana Silkymya, que destinó 20 millones de dólares para abrir una de sus plantas en el corredor industrial de ese municipio.

Palabras más, palabras menos, el ejecutivo extranjero ubicó en su justo lugar las circunstancias que pesan sobre la Entidad, al apuntar que la inseguridad no pesó suficiente para que no se concretara la inversión citada.

En una frase lo dijo todo:

“La inseguridad existe en todas partes del mundo y siempre existirá”.

Lo anterior no significa que desestimemos nuestra realidad o que ésta nos importe un cuerno para sentarnos en un diván y cerrar los ojos para soñar. No. Eso no es o por lo menos no debe ser lo que implican esas palabras.

En mi modesta opinión, el mensaje del empresario sudamericano, cuyas experiencias seguramente deben ser tan intensas como las nuestras en esos terrenos, encierra la óptica ideal para enfrentar esa problemática: La inseguridad no nos debe rendir.

Es, insisto, una lección que tenemos que asimilar. La llegada de esos capitales no es producto de la casualidad o de un “volado” a cara o cruz. Es el saldo de un trabajo de difusión y de convencimiento llevado a cabo durante años por el Gobierno del Estado, para que Tamaulipas no pierda el atractivo que sus bondades estratégicas le otorgan. Y queda claro que lo han conseguido.

Desde estas líneas, felicito a quienes han logrado, con el gobernador Egidio Torre al frente, que nuestra patria chica conserve su perfil de polo de desarrollo y felicito a los inversionistas que allende nuestras fronteras siguen confiando en México y en nuestro Estado al ver a ambos, como lo señaló el propio Humberto Narro, como un mercado de desarrollo.

Ahora, sólo me resta un buen deseo: También quisiera felicitarnos a nosotros mismos, a todos los tamaulipecos, por mostrar también esa confianza en nuestras cualidades y en nuestro empuje. Aprendamos la lección extranjera y hagámosla un patrimonio de casa. No haciendo a un lado nuestro entorno ni restándole importancia, porque sigue siendo muy complicado, sino creyendo en lo que somos.
Caray, si los demás nos ven bien, pues entonces lo que nos hace falta es pararnos frente al espejo y decirnos: Ése de ahí es un tamaulipeco. Y ese tamaulipeco me gusta…

MÁS BELLA

No parece ser el espacio adecuado, pero de vez en cuando bien vale la pena ventilar nuestros pequeños secretos.

Ayer, llovieron críticas sobre una modelo ya cincuentera. Cindy Crawford, es su nombre y en mi juventud pobló mis fantasías hormonales. El motivo del escándalo es que la señora apareció en unas fotos sin retoque y mostrando las huellas del tiempo en su vientre. Estrías, les llaman.

Su servidor, por el contrario, confieso algo: nunca la he visto más atractiva.

Antes fue, sí, hermosa, pero hoy es más bella. Llevar esa realidad a todos y mostrarla al mundo es un homenaje a todas las mujeres de su edad.

Cindy, sigues siendo tan linda como en mi viejo poster que aún guardo…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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