Al final no habrá maquillaje que aguante los meses de la campaña, por eso sería pertinente que los candidatos no caigan en el juego al que los han llevado los suyos y asomen la cabeza a la realidad que enfrentarán, que enfrentan.
Así es mis queridos boes, los aspirantes de todos los distritos, de todos los partidos, tienen que entender que las condiciones del país son distintas a las que han enfrentado los políticos en cualquier elección pasada y bien les valdría, insisto, asomarse a la realidad no construida por la maquinaria de sus partidos; se darán cuenta de que es muy, pero muy diferente a lo que les venden en eventos como los de ayer.
Tendrán que entender que contingentes como los que los ‘arroparon’ (no sé por qué a los políticos les gusta ese término) no llegan solos; es decir no van por su voluntad, sino que son llevados a cambio de promesas, tal vez un refrigerio.
Tendrán entonces que aceptar que las batucadas, los fara faras, los grupos musicales, los animadores en zancos y demás fueron contratados y lo mismo van a sus eventos que a los del candidato al que enfrentarán.
También tendrán que entender que las porras que escucharon fueron preparadas por las mismas lideresas de siempre, las que organizan la entrega de despensas, las que entregan los vales de material, las que el día de la elección harán el almuerzo para antes de llevar a los suyos a votar, como en cada elección; es decir no son porras espontáneas.
Creer que los vecinos de las colonias y rancherías se pusieron de acuerdo para entre todos pagar un microbús e ir a apoyar al candidato es otro aspecto que los aspirantes no se deben tragar.
Mucho menos suponer que los cientos de burócratas que se apersonaron en los eventos van convencidos de que ellos son la mejor opción el 7 de junio.
Más bien lo que los candidatos tienen que reconocer en sus adentros y a la hora de sus evaluaciones es que los eventos partidistas son de mentiras.
Los líderes de colonias, seccionales, modulares y demás hacen todo lo necesario para llevar la cuota, aunque sepa que de los 20 o 50 que acarrea la mitad o más ni siquiera son simpatizantes del candidato, eso lo tienen que tener bien claro.
Como claro les debe quedar que el apoyo de los burócratas es simbólico, que hay jefes que les dan la indicación de ir y por disciplina o miedo lo hacen.
Pero además, los eventos partidistas son tal vez los menos importantes en una campaña. Porque supongamos que todos los que fueron ayer van a votar por los candidatos vitoreados, pues es lo normal, lo esperado, porque se supone que todos son militantes.
Son los mismos que van o acarrean a todos los eventos, los mismos grupitos, las mismas porras, las mismas viejitas que se abrazan al candidato en turno.
Insisto, por aquello de los sentidos, los partidos se engañan a si mismos y engañan a sus candidatos, con eventos repetitivos a los que van los mismos, sino vean las redes sociales de sus dirigentes, los líderes de los sectores y verán que van exactamente los mismos, sólo cambia el motivo.
Mi recomendación, aunque sé que los candidatos tienen asesores de verdad a los que se les pagan bastante bien, es que no se crean lo que ellos mismos se inventan.
Los eventos que contaran son con grupos pequeños, son las visitas domiciliarias, los cara a cara, los encuentros espontáneos.
Es más, hasta deben tomar con reservas sus encuentros con la prensa, porque la mayoría de las veces el que pregunta lo hace con el afán de agradar, con el firme propósito de hacerse notar y evita a toda costa, por encargo, miedo, autocensura o hasta filia partidista cuestionar lo que sabe incomodaría al candidato o candidata. Ojalá, por el bien de todos, entiendan que les convendría más estar conectados a la realidad, sabiendo qué piensan los ciudadanos realmente de ellos, qué perciben los periodistas no alineados, qué esperan los sin partido. En pocas palabras necesitan salir de la burbuja.
Ramiro Ramos, no se va…
Ayer el rumor, en Victoria sobre todo, era que el líder del Congreso Local Ramiro Ramos se despedía, que se iba en una posición privilegiada en las listas de diputados federales plurinominales del PRI.
No es cierto, lo que sucedió es que Ramiro tuvo encuentros con algunos periodistas aprovechando que para ello hizo espacio en su agenda por la mañana.
Lo que les dijo Ramiro a quienes atendió en el palacio legislativo fue que él dejaría pasar la bola en este 2015, pero que estaría listo para la pinchada en el 2016, que para esa estaba puestísimo, palabras más, palabras menos fue lo que les dijo.
A mí me queda claro que Ramiro es uno de los activos del PRI tamaulipeco, de los que podrán tener la oportunidad el año que entra, dependiendo claro de las circunstancias.
Sobre la lista de pluris que este fin de semana será revelada, todo hace suponer que por Tamaulipas aparecerían Adrián Gallardo, quien sólo de esa forma podría ser diputado y Baltazar Hinojosa, quien se sabe no aceptó ir por la vía de mayoría ante el negro panorama para el PRI en Matamoros. Para el domingo sabremos quiénes serán los agraciados.
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