HIDALGO, Texas.- Las cifras son alarmantes. En el año fiscal 2014 se registraron 20 muertes de inmigrantes indocumentados en el río Bravo, pero en lo que va del 2015 suman ya 15, un aumento del 100 por ciento.
Por esa razón la Patrulla Fronteriza, en coordinación con los departamentos de Bomberos de Hidalgo y Mission y los consulados de México, Honduras, El Salvador y Guatemala en la región se reunieron ayer a la rivera del río para llamar la atención sobre la trágica situación.
“Te parte el corazón ver que esto pasa; como servidores públicos, tenemos también la responsabilidad de salvar vidas”, dice Kevin W. Oaks, jefe de la Patrulla Fronteriza Sector Valle del Río Grande.
Las estadísticas dicen que el año fiscal pasado murieron tres inmigrantes indocumentados cada dos meses, ahora, en este año fiscal la cifra ha cambiado a tres decesos por mes.
La labor de la Patrulla Fronteriza no es la de sólo detener inmigrantes indocumentados. Algunos agentes, como Jorge Pérez y Óscar Ponce, han tenido que lanzarse al agua y exponer sus propias vidas para salvar inmigrantes.
Pérez salvó a dos el año pasado: “En ese momento lo que piensas es en salvarlos. No oyes más que gritos que te piden que los salves”, agrega Ponce.
Los departamentos de Bomberos son generalmente los que sacan los cadáveres del río. Douglas B. Williams, jefe del Departamento en Mission, dice que es triste ver que esta situación esté ocurriendo.
La mayoría de las víctimas son centroamericanos, pero también hay mexicanos: “Reconocemos a las autoridades por salvar vidas… este es un hecho que nos preocupa, por eso estamos aquí”, dice el cónsul mexicano, Óscar Alba.
“El problema es que los contrabandistas de personas les dicen que el río está bajito y que lo pasarán caminando. Cuando están en medio del río se ahogan”, dice por su lado el cónsul de Guatemala en McAllen.
“El peligro al que los contrabandistas exponen a los inmigrantes en su viaje a los Estados Unidos es constante”, dice la Patrulla Fronteriza.
Las autoridades hicieron un llamado a las personas que deseen venir a los Estados Unidos para que vengan, pero con documentos y no ilegalmente.