CHILPANCINGO, Guerrero.- Héctor Astudillo Flores, candidato de la alianza de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura de Guerrero, arrancó su campaña política en su casa y se comprometió, de llegar al gobierno, a que éste no sería ni de compadres, familiares o amigos.
Este 7 de marzo, sin la presencia de numerosa militancia y en su casa de color blanco, Astudillo, acompañado de su esposa Mercedes Calvo, sus dos hijos, su mamá, amigos, familiares y colaboradores cercanos, explicó que su casa fue hecha a base de esfuerzo y gracias al impulso de su mujer.
En entrevista, el candidato, electo por su partido, el PRI, ya en dos ocasiones para contender por la gubernatura, se refirió al caso Iguala con hechos que no deben “volver a suceder… Es muy lamentable lo que sucedió (la masacre del 26 de septiembre en Iguala) es tiempo de reconstrucción, para que Guerrero pueda estar en otras condiciones”.
Astudillo evitó los lugares públicos para arrancar su campaña política. No lo hizo en la sede estatal del PRI, que fue violentada el 11 noviembre pasado; tampoco eligió un salón de eventos ni una comunidad. Decidió, reunir a los medios de comunicación y allí lanzar su mensaje, en el que anticipó, no habrá confrontación con los otros 8 contendientes.
Insistió que por las condiciones de polarización social actuales, potenciadas por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, lo que urge a Guerrero es encontrar la ruta de la reconciliación. Y dijo que quiere ser esa opción con las organizaciones que demandan mejoras de vida y la presentación con vida de los estudiantes, ser “un puente de comunicación”.
Ante los actos de corrupción en los que se vieron envueltos dos miembros de la familia del ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero; su hermano, Carlos Mateo Aguirre y su sobrino Luis Ángel Aguirre Pérez, además de amigos de Aguirre y ex funcionarios su gobierno, de la familia Hughes, por el desvío de más de 287 millones de pesos, el priísta aseguró que su familia lo apoyará, pero al margen de la política.
En su opinión la mayoría de los dos millones y medio de electores que hay en Guerrero sí quieren que haya elecciones, contrario al movimiento de los 43 normalistas quienes advierten que no permitirán comicios, y se hizo el llamado a la gente a sí votar el próximo 7 de junio.
“A partir de hoy tenemos 89 días; se va a construir quien va a gobernar Guerrero, para tratarle de servir al pueblo, que no solamente quiero, pero que hemos cambiado hacia atrás”.