Como parte de sus preparativos para enfrentar exitosamente el actual proceso electoral que culminará el 7 de junio con la elección de diputados federales, el Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas está entregando nombramientos y responsabilidades concretas a los jefes de comités seccionales, responsables de zona y asesores territoriales, quienes tendrán a su cargo la promoción del voto en favor del tricolor y la movilización de votantes el día en que se abran las urnas.
Se trata de la estructura que constituye ni más ni menos la cadena de transmisión entre los planes configurados en las cúpulas y los órganos personales encargados de su ejecución en los hechos. Un ejército anónimo de cuyo activismo y eficacia depende el resultado de la batalla.
Con sus 86 años de existencia, el PRI ha sabido desarrollar un corporativismo que abarca lo mismo los sectores popular, campesino y obrero que hasta antes del año 2000 eran un sustento sólido para mantenerlo en el poder. Sin embargo la sorpresiva llegada del panista VICENTE FOX QUESADA a la Presidencia de la República, no implicó el desmantelamiento de ese andamiaje como tampoco ocurrió durante el sexenio del también candidato del PAN, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA. Ambos convivieron con los soportes priístas.
En ese esquema, es que las células territoriales del Revolucionario Institucional constituyen la tracción para avanzar en las carreras electorales. De allí que por hoy se les esté prestando especial atención. El pasado fin de semana, el dirigente estatal del partido, RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES, venciendo la modorra que le causa su encargo, entregó nombramientos a más de mil operadores en Tampico.
Plasmado en el papel, ese ejercicio de solidaridad y acción al amparo de las concentraciones multitudinarias, las porras, los vítores y las proclamas de triunfo, pareciera ser la fórmula contundente para que el antes invencible partido consolide su triunfo logrado en el 2012 cuando recuperó la Presidencia de la República con ENRIQUE PEÑA NIETO a la cabeza.
Pero la historia contradice esa percepción. Casos ha habido en que esa cadena de transmisión no sólo ha resultado inepta, sino que ha sido rota desde adentro. Expliquémonos.
En el año 2000, las tropas priístas fueron avasalladas por el Partido Acción Nacional que logró colocar a VICENTE FOX al frente del poder ejecutivo federal contra todas las predicciones. Y en el 2006 hubo una especie de autoinmolación derivada de componendas de alto nivel para evitar que el candidato priísta ROBERTO MADRAZO PINTADO, llegara a “Los Pinos” y en su lugar lo hiciera el panista FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.
Se dice que en Tamaulipas, el entonces gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, pactó con la en ese tiempo poderosa dirigente magisterial, ELBA ESTHER GORDILLO, que en nuestro estado Acción Nacional se levantara con el triunfo, cosa que ocurrió al llevarse ese partido las dos senadurías y cinco diputaciones federales de mayoría relativa.
Y para tal efecto, la famosa cadena de transmisión base de la operación territorial tricolor, fue rota a garrotazos. En el sur de Tamaulipas, como en otras zonas de la entidad, las llamadas “casas amigas” fueron atacadas por desconocidos que hasta las ollas de tamales se llevaron, mientras que no pocos dirigentes de sector fueron objeto de intimidación para que se abstuvieran de operar el día de la elección. Los cristales de muchos taxis destinados a la movilización de militantes fueron hechos añicos. Claro, nunca se esclarecieron los hechos.
Algunas crónicas cuentan que la GORDILLO le llamó luego a GEÑO diciéndoles: “te pasaste, gobernador”. Habría que preguntarle al maderense ERNESTO GUTIÉRREZ y a la tampiqueña RUFINA GARCÍA cómo les fue ese día.
Pero el eje transmisor también fracasó en el 2012 aunque esto se debió al descontento popular que en nuestra entidad mandó a la lona al llamado fenómeno PEÑA NIETO y nuevamente el PAN se agenció las dos senadurías y la mayoría de las diputaciones federales quedando como ganadora en el nivel presidencial la panista JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA. En Tampico GERMÁN PACHECO humilló al popularísimo exalcalde priísta FERNANDO AZCÁRRAGA LÓPEZ.
De ahí que no debiera tomarse como anticipo de triunfo la distribución de nombramientos de responsables territoriales por parte del PRI como si fueran volantes, máxime cuando se trata de una elección intermedia en la que los líderes seccionales poco pueden esperar en materia de recompensas, a las que están tan acostumbrados, pues no es lo mismo que en un proceso municipal en el que cuando menos pueden obtener para sí o para sus allegados aunque sea plazas de inspectores de mercados o en tareas de barrido público.
Además de que se trata de esquemas en los que no pocas veces la simulación está presente, como en aquellos famosos programas de promovidos que sólo servían para que dirigentes de sector presumieran largas listas de “convencidos” que se duplicaban en muchos casos y que incluían a personas que jamás fueron entrevistadas por los dizque promotores.
No obstante todo lo anterior, debe reconocerse que cuando la línea de transmisión priísta funciona según lo programado, las posibilidades de éxito del PRI se acercan a la certidumbre. ¿Será esta ocasión en que la estructura tricolor funcione a la perfección tomando en cuenta que nuevamente tiene el impulso de la Presidencia de la República? Faltan pocos meses para saberlo.
Pero habrá que ver, también, lo que haga el PAN en cuyas prácticas no se contemplan los actos multitudinarios ni las estridencias internas. Pero de que en el caso de Tamaulipas da cada sorpresa, ni duda cabe.
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