NUEVA YORK.- La directora ejecutiva de OnuMujeres, Phumzile Mlambo- Ngcuka, fue contundente al dar aviso al mundo “que antes del 2030 el planeta será 50-50” si se quiere el desarrollo, lo anterior como un adelanto de lo que este lunes se presentará en la sesión oficial de la conmemoración de los 20 años de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer.
Frente a cientos de mujeres de los cinco continentes, asistentes al Foro de Organizaciones del Comité sobre el Estatus de la Mujer, hizo el corte de caja de lo que han sido dos décadas para el adelanto de los derechos humanos de las mujeres y del cumplimiento de los gobiernos frente a ellos.
En el histórico Teatro Apolo, de Harlem, Phumzile Mlambo- Ngcuka, reconoció que a lo largo de estos 20 años se ha dado un lento y desigual avance en el camino a la igualdad de las mujeres y recordó que sin ella difícilmente se lograrán cualquier desarrollo que se plantee en el futuro.
“Hemos cambiado dentro del patriarcado, pero no hemos desmontado al patriarcado, no queremos capacitar a las mujeres para que se adapten al paradigma, queremos transformarlo”, enfatizó la ex parlamentaria de Sudáfrica y ex vicepresidenta de su país, Phumzile Mlambo- Ngcuka, quien además advirtió “el mundo tiene que cambiar, no las mujeres”.
Frente a un auditorio prácticamente lleno de feministas de todo el mundo, aunque con una poquísima representación latinoamericana, confirmó lo que ya ronda en los pasillos, que la declaración que este lunes presentarán los gobiernos como balance de los 20 años de Beijing no es lo suficientemente contundente, sin embargo, dijo, existe un reconocimiento al trabajo de las organizaciones.
Tras explicar que el comienzo del siglo XXI es decisivo para el avance de las mujeres, señaló que “nuestros gobiernos saben qué funciona y qué hay que hacer”, por lo que conminó a que el compromiso que se asuma para el futuro sobre los 12 puntos de la plataforma de Beijing no puede ser en pedazos, sino de manera integral.
Luego de señalar que en ningún país del mundo existe la igualdad de género, enlistó los avances y retos que la humanidad enfrenta para lograr la igualdad de las mujeres. Como uno de los mayores logros reconoció que se han construido en todo el mundo legislaciones para abatir la desigualdad y la violencia contra las mujeres, que si bien casi se logra la paridad entre niñas y niños en acceso a la educación primaria, la desigualdad de las niñas crece en la secundaria y los niveles superiores de educación.