AUSTIN, Texas.- “Operation Strong Safety” logró bajar de seis mil 600 inmigrantes indocumentados que ingresaban por el Condado Hidalgo a dos mil en menos de tres meses, asegurando además 180 toneladas de marihuana.
El operativo realizado por agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas, que luego serían apoyados por la Guardia Nacional de Texas, inició en junio del 2014.
En ese entonces la “crisis humanitaria” estaba en todo su esplendor y los agentes federales no se daban abasto para realizar sus labores de resguardar la frontera ante la gran cantidad de extranjeros indocumentados llegando, -muchos de ellos- niños.
Esta información fue presentada ayer a la 84 Legislatura de Texas y tanto los policías estatales, como los soldados –aunque en menor proporción- continúan vigilando muy cerca del Río Bravo.
Steven McCrow, director de DPS dijo a los legisladores que su agencia es la responsable de proteger y servir a la gente de Texas “y estamos orgullosos de los esfuerzos de nuestros socios de otras agencias policiales de todos los niveles que trabajan para combatir al elemento criminal en nuestra frontera”.
El operativo inició a petición del entonces gobernador Rick Perry, del teniente gobernador, David Dewhurst y del líder del Congreso.
De acuerdo al informe entregado ayer, durante el 2014 el número de aprehensiones de inmigrantes indocumentados alcanzó el mayor nivel desde que se tenga historia (1960), pero desde el lanzamiento de Operation Strong Safety, el número se redujo dramáticamente.
Al iniciar el operativo, habían seis mil 606 aprehensiones en el área; 11 semanas después el número habría bajado a dos mil y continuaba bajando hasta la semana 28.
Mientras tanto, el número de decomisos de droga también fue altísimo llegándose a contabilizar hasta 180 toneladas.
“Cuando tanta droga y tanta gente están cruzando la frontera y no son detectadas es claro que la frontera no es segura”, dijo McCraw.