CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Luego de cinco años de investigaciones en la cueva La Sepultura, en Tula, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, confirma que Tamaulipas tiene los huesos más antiguos y mejor conservados de los pobladores de estas tierras que existieron mil 200 años antes de Cristo.
Jesús Ernesto Velasco González, antropólogo de ese Instituto en la entidad y encargado del proyecto desde sus inicios en el año 2010, asegura que las momias de Tula, Tamaulipas son las más tempranas en todo México y ese rescate arqueológico ha dado varias sorpresas a los investigadores.
“El rescate se hizo en 2010, pero precisamente para identificar a quiénes pertenecían esos individuos, tuvimos que hacer un análisis arqueológico que nos han ayudado a determinar el linaje cultural de estos grupos y su parentesco genéticos con otras poblaciones tempranas”, informa el antropólogo.
“Estos parentescos nos llevan a una ocupación de hace 10 mil años en el continente. Se ha reportado huesos de estos grupos en Siberia alrededor de hace 10 mil años, nosotros los encontramos de hace tres mil años en Tamaulipas, pero conservan mucho de ese parentesco genético.
“Esa migración entró por el estrecho de Bering y se fue por todo el continente hasta Tierra de Fuego, pero ahora estamos encontrando sus huellas, quizá cuando se fueron rumbo al sur”, explica Velasco González.
Muchos de estos grupos se quedaron aquí, nacieron en algún lugar de la sierra Madre, de Tamaulipas.
Su rescate devela un importante hallazgo para determinar el proceso de sedentarización. Los investigadores han logrado determinar que los primeros pobladores de Tamaulipas en aquella zona del altiplano pasaron de ser recolectores y cazadores a sembradores, un dato nuevo que arroja a la historia los restos momificados de Tamaulipas.
“Ese proceso se dio en un período de no más de siete mil años. Tenemos en Tamaulipas los primeros vestigios de 10 mil años, en cultura material y a partir de nueve mil y cinco mil años se tienen las primeras plantas domesticadas en Tamaulipas, en otras partes de México ya había vestigios más tempranos”, expone el investigador.
Y del otro lado del océano Atlántico, Mesopotamia, los egipcios y otras culturas se desarrollaban en su entorno y a la par de los pobladores de estas tierras.
“Cuando se va fechando la cueva (La Sepultura) te das cuenta que llegaron grupos o que esos mismos grupos sembraron tiempo después. En Tamaulipas hay toda esa diversidad de formas de subsistencia en la escala de organización social y humana”, agrega Velasco González.
El antropólogo trabaja en colaboración con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Sevilla y Córdoba, de España.
Las nuevas formas de investigación como imagenología médica, permite en un instante conocer lo que existe al interior de los restos de petates, que en su mayoría son bultos que contienen osamentas milenarias. “Estamos implementando procedimientos y protocolos para evitar el saqueo. Ya tenemos los datos y la comprobación de lo que hay en cada sitio. Así, bajo advertencia no habrá engaño y quedarán registradas ante la Ley Federal y ante el Gobierno del Estado”, advierte el investigador.
Tamaulipas reconoce el valor histórico de estos hallazgos, pero vive una contradicción: no invierte tiempo y recursos para hallar o proteger a los ancestros.