CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La sentencia ecológica está escrita: en sólo cinco años, la frontera de México y Estados debe estar limpia de contaminación.
Para 2020, la contaminación del aire, suelo, agua y medio ambiente, a ambos lados de la frontera binacional, debe estar bajo control y bajo protocolos medioambientales similares, según el programa relanzado por los organismos gubernamentales de protección al ambiente de México y Estados Unidos.
La intención es que para 2020 no existan ni en la zona fronteriza de Texas ni en la mexicana, descargas de aguas residuales no tratadas, sólidos en suspensión emitidos por calles de terracería o establecimientos o talleres industriales, que no existan tiraderos de basura sin control.
“El inadecuado manejo de residuos genera impactos ambientales transfronterizos como la contaminación del suelo, cuencas hidrológicas, ríos y océanos. De ahí la importancia de establecer la cooperación binacional con los tres niveles de gobierno”, la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza.
La EPA (Environmental Protection Agency) la Cocef, la Semarnat iniciaron ya el programa “Frontera 2020”, el cual es el segundo programa en su tipo en esta región, con el cual esperar eliminar la alta contaminación a ambos lados de la zona fronteriza binacional y el inadecuado manejo de aguas residuales, gases con efecto de invernadero, partículas en suspensión y sustancias peligrosas que se genera en un área de 100 kilómetros al norte y al sur de la frontera.
“El Programa Frontera 2020 integra seis estrategias fundamentales: crear capacidades sobre cambio climático, proteger comunidades marginadas, mejorar la salud infantil, fortalecer la cultura ambiental, promover la salud ambiental, y el fortalecimiento de la cooperación federal, estatal, local, Tribal e internacional”, afirma la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, de México.
Datos de diversos organismos de México y binacionales, revelan el alto grado de contaminantes que se generan en toda la frontera Tamaulipas – Texas.
En Texas el índice de gases de invernadero generados por habitante, supera las dos toneladas por año. mientras en la zona fronteriza de Tamaulipas es de 1.7 toneladas, aunque la mayor parte de la contaminación se genera por aguas residuales, residuos sólidos urbanos y sólidos en suspensión por la falta de pavimentos en las zonas urbanas y suburbanas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México, señalan que actualmente en los municipios fronterizas se genera el 60 por ciento del promedio total de 459 mil toneladas de residuos domiciliarios e industriales anuales que se tiran o disponesn, en Tamaulipas.
Además, circulan casi sin protocolos de seguridad vehículos con sustancias peligrosas o explosivas, y el transporte urbano, público y privado, arroja anualmente al pavimento millares de litros de aceite automotriz, los cuales escurren a los acuíferos binacionales debido a la falta de drenaje pluvial adecuado.
“El Programa Frontera 2020 no pretende imponer soluciones, ni resultados favorables, sino promueve el que las mismas comunidades propongan sus propias soluciones con base en su propio enfoque y los retos ambientales que enfrentan”, afirmó Jeff Scott, director de la División de Suelos de la Región 9 EPA en San Francisco, California.
El funcionario de la EPA consideró que la frontera crece rápidamente por lo que se debe planear este crecimiento para que permita el desarrollo de comunidades saludables y económicamente viables.
La Semarnat informó que se han establecido grupos de trabajo regionales y uno de ellos funciona con funcionarios federales, estatal y municipales en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Texas.
Una de las principales preocupaciones binacionales son las descargas no tratadas de aguas resiuales.
De los 101 puntos de descarga de aguas residuales sin tratamiento que hay en Tamaulipas, según el Anuario Estadístico 2014 del Inegi, 51 están en municipios de la frontera con Texas.
En los municipios fronterizos solamente existen 10 puntos de tratamiento de aguas residuales, de los 31 que funcionan en Tamaulipas y es el área conurbada Reynosa-Río Bravo, la que tienen más descargas de agua residual sin tratamiento y ningún sitio de tratamiento de aguas residuales municipales.
En la entidad, se desprende de los informes del Inegi, se recolectan diariamente unas tres mil 250 toneladas de residuos sólidos urbanos y se considera que se deja de recolectar poco más de 100 toneladas por día, y no hay ninguna estadística oficial que detalle a cuánto ascienden los residuos generados por la industria manufacturera y maquiladora.
Más de la mitad de estos residuos, unas mil 870 toneladas, se generan en los municipios de la frontera, sin que exista reciclado, separación o una adecuada deposición de esta basura.
De las 278 licencias ambientales expedidas en Tamaulipas a establecimientos en materia de control ambiental para manejo de residuos o aguas, 212 han sido otorgadas por la Federación en la zona fronteriza, sin que se sepa que existe un control real o auditorías.