ROMA, Italia.- Cientos de personas participaron hoy en las norteñas ciudades de Turín y Novara en los funerales de tres de los cuatro italianos asesinados en el atentado del museo del Bardo de Túnez del pasado 18 de marzo.
Los féretros con los cuerpos de Orazio Conte y Antonella Sesino ingresaron a las 14:00 horas locales (12:00 GMT) en el Santuario de la Consolata, en Turín, de donde eran originarios.
Poco más tarde, una multitud conmovida asistió en la catedral de Novara a las exequias de Francesco Caldara, de 64 años, mientras el miércoles próximo serán celebrados en Monza los funerales de la cuarta víctima, Giuseppina Biella, de 72 años.
Al Santuario de la Consolata arribaron decenas de personas, además del alcalde turinés Piero Fassino y representantes del gobierno central para dar el último adiós a Conte y Sesino, de 54 y 55 años de edad.
También llegó Catorina Bottari, esposa de Conte y quien resultó herida durante el ataque en el que 21 personas perdieron la vida a manos de un comando yihadista.
“Quien usa la violencia y elige el camino de la sangre, agrediendo a ciudadanos indefensos, no alcanzará nunca la victoria”, dijo el arsobispo de Turín, Cesare Nosiglia, quien pronunció la homilía.
Pidió un “compromiso concreto para renovar profundamente nuestra mentalidad y nuestro estilo de vida”, pues dijo que “ese cambio es el más grande reto de nuestra sociedad occidental, debilitada por el consumismo y por la necesidad de acumular, que ha creado la ilusión de que la felicidad depende de la posesión de bienes, de dinero y de poder”.
En Novara el rito fue celebrado por el obispo Franco Giulio Brambilla y también participó la compañera de Caldara, Sonia Reddi, que igualmente resultó herida durante el atentado terrorista.
Las cuatro víctimas italianas del ataque formaban parte de una comitiva de más de 100 personas que el día de los hechos desembarcaron en Túnez del crucero Costa Fascinoso.
Al menos otros 13 miembros del grupo resultaron heridos.