En junio del 2014, en declaraciones a un diario madrileño, el presidente Enrique Peña Nieto, declaraba que no tenía amigos, y que su único propósito era el interés supremo del país. Meses más tarde, sus afirmaciones serían puestas a prueba, cuando sus propios secretarios de Estado se quejaban constantemente de las pifias cometidas por el procurador, Jesús Murillo Karam.
A decir del periodista Loret de Mola, el titular del Ejecutivo retardó lo más que pudo la renuncia de JMK, por una sola razón: “quiero mucho a Chucho”. No fue sino hasta finales de febrero de este año que el señor de Los Pinos decidió a ordenar el esperado relevo en la PGR. Pero a cambio, Murillo fue alojado cómodamente en la SEDATU, donde ahora goza de reflectores… y abundante presupuesto. ¿Era cierto lo que Peña le dijo a la prensa europea? No. Definitivamente EPN sí tiene cuates. Y hace todo lo que puede por protegerlos.
Otro caso concreto es el del empresario reynosense Juan Armando Hinojosa Cantú, quien se ha vuelto involucrado en el centro del peor escándalo político del sexenio, como son las residencias construidas a la primera dama Angélica Rivera y al ministro de Hacienda Luis Videgaray. En los últimos meses, los críticos del sexenio actual han hecho a un lado el tema de la esposa del presidente y han enfocado sus baterías en torno a quien es considerado como el brazo derecho de EPN, Videgaray.
En octubre del 2012, el Grupo Higa del empresario reynosense vendió una casa al secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso. Pero extrañamente lo hizo en el mismo precio en que la había adquirido 10 meses antes. Es decir, Higa no obtuvo las ganancias naturales que se generarían de las tasas de interés existentes en ese momento. En dicha compra, el ahora secretario del dinero público se ahorró más de 650 mil pesos.
Todo esto que le comento es producto de una investigación llevada a cabo por el periódico The Wall Street Journal, con lo cual se desmienten tajantemente las aseveraciones de Videgaray, quien en una carta dirigida al WSJ, asegura lo siguiente: “no hubo ningún conflicto de interés, porque hice el trato cuando no tenía ningún cargo público, y ajustado a los parámetros del mercado”.
De acuerdo al mismo diario norteaméricano, Videgaray habría pagado una tasa de interés privilegiada del 5.31 por ciento, cuando la tasa vigente en el sistema bancario mexicano de ese momento, era del 12.17 por ciento. Obviamente, con ello se demuestra que hubo privilegios en dicha operación mercantil.
El tema de la casa de Videgaray ha cobrado fuerza a raíz del supuesto “golpe” del gobierno peñista contra la periodista Carmén Aristegui, a cuyo equipo de reporteros se le acredita la investigación de este espinoso asunto.
El despido de Aristegui en MVS podría tener un elevado costo para el sexenio del presidente Peña, mismo que ahora resiente el debilitamiento de su principal secretario de Estado, (Videgaray). Dicho tema pone nuevamente a prueba lo dicho por EPN a los medios españoles, en el sentido de que no tiene amigos.
Aunque en el caso de Videgaray, estamos hablando de una pieza mayor. Nos referimos de uno de los dos presidenciables del peñismo. El caso Murillo nos basta para aseverar que EPN sí tiene amigos, y los protege. ¿Pero en el tema del ministro hacendario, hasta dónde meterá Peña las manos al fuego…?
Por lo pronto, el secretario de las finanzas mexicanas vive un peligroso desgaste, nada menos que ante el diario más influyente de Estados Unidos, como lo es el Journal. ¿Superará esta difícil prueba? ¿O su incómoda postura terminará por generar un nuevo reacomodo en el gabinetazo del peñismo?
ZAFRA INFORMATIVA
El abanderado del PRI por el V Distrito, Alejandro Guevara Cobos, publica fotos en su espacio de Facebook, donde informa de sus visitas a poblados como el ejido Celaya, así como a La Pesca, municipio de Soto la Marina. El mantense trae casi 6 mil me gusta.
En otro tema, el día de hoy, durante su gira por la frontera, el gobernador Torre Cantú estará poniendo en marcha la edificación del C-4 que dará servicio a la región de Reynosa y Río Bravo. La citada infraestructura tendrá una inversión por el orden de los 150 millones de pesos. Como bien se puede observar, el tema de la seguridad sigue atrayendo el grueso de las erogaciones del dinero público en el estado. Sin embargo, su construcción resulta estratégica, de cara a los retos que en esta materia se plantean.